NotMid 25/12/2022
La Noticia en Mil Idiomas
En septiembre, Edward Avedisian donó 100 millones de dólares al hospital universitario de Boston y otros 25 millones más a otras causas. La generosidad es llamativa, incluso para los extraños estándares norteamericanos de filantropía. Pero el caso se vuelve increíble si se tiene en cuenta que Avedisian se hizo rico en la Bolsa, pero no como profesional, sino como ‘amateur’. Era un simple clarinetista en una orquesta, venía de una familia de clase media, no se casó hasta los 57 años y vivió gran parte de su vida adulta en un modesto apartamento. The Wall Street Journal cuenta la historia de este singular inversor, fallecido esta semana a los 85 años. Décadas de paciente estudio, apuestas a largo plazo por empresas tecnológicas, instinto, algo de suerte y riesgo calculado: “Si lo volviera a intentar de la misma forma, seguro que perdía hasta la camisa”, reconoció hace poco