¿Y si el ruido generado por Vox hace que Abascal pierda votos y los gane Feijóo? Habrá quienes decidan votar al PP para que no dependa de Vox; algo así como un efecto Andalucía. De momento, esos números no salen
NotMid 23/01/2023
OPINIÓN
MANUEL ARIAS MALDONADO
Gracias a los buenos oficios de la empresa francesa MK2, que programa clásicos en sus salas españolas aunque nadie vaya a verlos, pude volver a disfrutar esta semana de La ventana indiscreta, título que dimos aquí a la Rear Window o ventana trasera del novelista Cornel Woolrich que Alfred Hitchcock llevó a la gran pantalla. El argumento es conocido: un fotógrafo al que una escayola mantiene inmovilizado en casa descubre, con ayuda de su novia, que uno de sus vecinos ha asesinado a su esposa. Toda la investigación se lleva a cabo a través de la mirada; el patio de vecinos es metáfora del cine. Hitchcock aprovecha para ironizar sobre el espectador: cuando el fotógrafo y su enfermera ven que una solitaria vecina prepara un cocktail de somníferos… Grace Kelly entra en el apartamento y olvidan de inmediato a la suicida. Así funcionamos.
Eso es justamente lo que ha pasado esta semana en la política española: cuando el público estaba pendiente de los tejemanejes de Pedro Sánchez con sus socios, el escándalo castellanoleonés en torno al aborto vino a llamar nuestra atención. ¡Cogobernanza! Ni que decir tiene que los contenidos de la polémica son irrelevantes; el Gobierno solo está interesado en resaltar la toxicidad de Vox, poniendo así en evidencia las contradicciones en que incurre el PP cuando se postula para gobernar en solitario y hace como si Vox no existiera. Sobre la toxicidad de sus propios aliados, en cambio, el PSOE no tiene nada que decir. Es sencillo: si pactan con el PSOE, no pueden ser malos; si se oponen al PSOE, no pueden ser buenos. Y si alguien no entiende el silogismo, es que no vota al PSOE.
Sorprende que haya todavía quien se tome en serio los argumentos ideológicos o morales que subyacen a este aparente debate. Desde el momento en que Sánchez se ha abrazado a los partidos destituyentes, el resto es cinismo: no se trata de salvar a la democracia, sino de ganarse a los votantes. Bajo ese punto de vista, es indudable que Vox ha hecho un favor al Gobierno: al sacar pecho, moviliza a los votantes de izquierda. De la misma manera, está por ver si la manifestación de ayer perjudica o beneficia a un Sánchez que viene de fotografiarse con Macron.
Ahora bien: ¿y si el ruido generado por Vox hace que Abascal pierda votos y los gane Feijóo? Habrá quienes decidan votar al PP para que no dependa de Vox; algo así como un efecto Andalucía. De momento, esos números no salen. Es como en las películas de Hitchcock: tendremos suspense hasta el final.