“Hamas tiene ante sí una propuesta que es extraordinariamente generosa. Lo único que separa el pueblo de Gaza de una tregua es Hamas”, afirma el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken
NotMid 29/04/2024
MUNDO
Con renovado optimismo entre los mediadores tras infructuosos intentos en los últimos meses, la tregua en la Franja de Gaza pasa, más que nunca, por El Cairo. Una delegación de Hamas se ha reunido este lunes con los anfitriones egipcios para realizar preguntas en torno a la nueva propuesta y dar una respuesta esperada en toda la región.
De una duración limitada de seis semanas, el alto el fuego incluiría la liberación de un número también limitado de secuestrados (33 de los 133 aún en manos del grupo islamista) a cambio de un millar de presos palestinos, daría tiempo para pactar una calma más duradera y aumentar en cantidad y efectividad la ayuda humanitaria y aplazaría la anunciada incursión terrestre de Israel en la zona sureña de Rafah.
Antes de iniciar las consultas en Egipto, el jefe de la delegación de Hamas, Jalil al Haya, ha aclarado que el objetivo era “conocer algunas cláusulas de la propuesta egipcia” para volver a discutirlo y contestar de forma oficial y definitiva. Según diversas filtraciones, los integristas son más optimistas que en los últimos meses cuando rechazaron las propuestas al no divisar en el horizonte el fin de la guerra, una retirada militar del corredor que parte en dos la Franja o el regreso de desplazados al norte del enclave palestino.
Como número dos del temido líder de Hamas en Gaza, Yahia Sinwar, al Haya tiene mucho peso en la negociación en El Cairo adonde, en función de su respuesta, podrían acudir este martes los principales responsables de los organismos de seguridad israelíes. Los servicios de Inteligencia egipcios desean acelerar los contactos y plasmarlo en un acuerdo que ponga fin a la devastadora guerra que este lunes cumplía 206 días.
“Hamas tiene ante sí una propuesta que es extraordinariamente generosa por parte de Israel. En estos momentos, lo único que separa el pueblo de Gaza de una tregua es Hamas“, ha afirmado el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, instando al grupo islamista a “decidir y hacerlo rápidamente”. “Tengo la esperanza que tomen la decisión correcta”, ha añadido en Riad durante el Foro Económico Mundial que reunió a numerosos dirigentes regionales y mundiales que en un llamamiento coral pidieron una tregua inmediata. En el marco de la presión para lograrlo, Blinken viajará a Israel y Jordania.
Las palabras de Blinken insinuando concesiones de Israel ante Hamas causaron sospechas y avisos en el ala ultranacionalista del ejecutivo que exige al primer ministro, Benjamin Netanyahu, “no frenar la campaña para acabar con los terroristas nazis de Hamas” y seguir con el plan de la incursión terrestre en Rafah. Su posición contrasta con la de ministros como el ultraortodoxo Arie Deri o el centrista Benny Gantz que dan prioridad a la liberación de los secuestrados. Tome la decisión que tome, Netanyahu deberá afrontar seguramente una crisis de Gobierno.
El alto el fuego tendrá tres efectos inmediatos y anhelados por el Gobierno de Biden: la vuelta a casa de rehenes (mujeres, ancianos y enfermos), evitar la operación en Rafah y proteger a civiles en la Franja de Gaza. Todo ello ha centrado gran parte de la casi hora de conversación telefónica mantenida el domingo por la noche entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y Netanyahu.
Los dos dirigentes hablaron del vídeo difundido por Hamas el pasado sábado en el que aparecen dos secuestrados israelíes desde el 7 de octubre, entre ellos uno también con nacionalidad estadounidense. Biden reiteró dos mensajes ya conocidos pero, debido al momento, de suma importancia. Por un lado, el compromiso personal y nacional a la seguridad de Israel tal y como se reflejó en los cielos de la región hace dos semanas al ayudarle a neutralizar los 350 misiles y drones de Irán contra su territorio. Por otro lado, la oposición a una ofensiva a gran escala en Rafah donde más de un millón de desplazados se refugian en tiendas de campaña junto a varios centenares de miles de residentes de la ciudad cercana a la frontera egipcia. Egipto y Jordania avisaron este lunes que una incursión terrestre provocará una catástrofe humanitaria.
Israel replica que una pausa de la guerra que no obligue a su fin y permita la liberación de los secuestrados aplazará lo que considera necesaria operación contra el último feudo de Hamas en la Franja de Gaza. Los planes operativos de incursión, incluyendo previa evacuación de civiles, ya fueron aprobados aunque no cuentan aún con la luz verde Washington.
Más allá de las manifestaciones internas (exigiendo un acuerdo para la salvación de los rehenes o pidiendo su dimisión), Netanyahu afronta con temor la posibilidad de que la Corte Penal Internacional (CPI) emita órdenes de detención contra él, el ministro de Defensa, Yoav Gallant y el jefe del Ejército, Herzi Halevi. No hay ninguna confirmación oficial pero, según varios medios israelíes, el fiscal de la CPI Karim Khan, podría tomar esta medida sin precedentes contra cargos israelíes en la próxima semana bajo la sospecha de violación de la ley internacional en la ofensiva en la Franja de Gaza.
Como EEUU o Rusia por ejemplo, Israel no reconoce la autoridad de este órgano, pero sabe que una orden de arresto de La Haya puede obligar a 123 países que sí lo reconocen a detener a estas personalidades si entran en su territorio. Más allá de que erosionaría aún más la maltrecha imagen de Israel en el mundo.
Según el ministerio de Sanidad gazatí controlado por Hamas, cerca de 34.500 palestinos han muerto, entre ellos al menos 25 en los ataques aéreos de la última jornada en Rafah, en la operación por tierra, mar y aire que Israel inició el pasado 7 de octubre en respuesta al ataque de Hamas que mató a 1200 israelíes y secuestró a otros 250.
Agencias