Este martes ha tenido lugar en Roma una primera reunión de los cardenales en la que se ha decidido que la fecha del funeral
NotMid 22/0472025
EUROPA
Roma ha amanecido de luto por la muerte del Papa Francisco ayer por la mañana a causa de un ictus. La noticia planetaria ha congregado desde primerísima hora de la mañana a periodistas llegados de todo el mundo en la Plaza de San Pedro, preparados para informar durante los próximos días de las exequias de Francisco y del posterior cónclave con el que se elegirá al próximo cabeza de la Iglesia, que comenzará entre el 5 y el 10 de mayo.
Este martes ha tenido lugar en Roma una primera reunión de los cardenales en la que se ha decidido que la fecha del funeral sea el sábado. El féretro será trasladado mañana, miércoles, a las 9:00 desde la capilla de Santa Marta a la Basílica de San Pedro, según las disposiciones del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis. “Tras el momento de oración, presidido por Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, comenzará la traslación”, ha informado la Santa Sede.
El Papa confió la tarea de organizar su funeral al arzobispo Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas papales. “El funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo”, explicó Ravelli.
La procesión pasará por la Plaza de Santa Marta y la Plaza de los Protomártires Romanos; desde el Arco de las Campanas saldrá a la Plaza de San Pedro y entrará en la Basílica Vaticana por la puerta central. En el Altar de la Confesión, el Cardenal Camerlengo presidirá la Liturgia de la Palabra, al término de la cual comenzará la capilla ardiente.
Esta mañana también se han publicada las primeras imágenes del Pontífice, en las que aparece en un sencillo ataúd de madera, con vestimentas rojas y su mitra de obispo, como era su voluntad. Al contrario que otros Papas anteriores, el cuerpo se encuentra en la capilla de su residencia de Santa Marta, donde será velado por los cardenales, los familiares del Pontífice y otras autoridades vaticanas. La persona que aparece rezando junto a al cuerpo de Francisco en las imágenes distribuidas es el secretario de Estado del Vaticano.
La austera residencia de Santa Marta -donde Francisco decidió vivir desde que fuera elegido en 2013 en vez de en el tradicional Palacio Apostólico- está situada al lado de la Basílica de San Pedro, cuya plaza era hoy un hervidero de policías, periodistas, fieles, religiosos y vendedores de periódicos ofreciendo a voz en grito la portada histórica de la muerte de Francisco. Por la via della Conciliazione que lleva a la plaza desfilaban un sin fin de grupos de peregrinos de todo el mundo portando una cruz entre cánticos hasta que atraviesan la Puerta Santa.
Francisco dispuso algunos cambios para su funeral consecuentes con la sencillez con la que vivió su Pontificado. Su cuerpo no será expuesto sobre un catafalco en San Pedro, sino sobre un féretro de madera abierto. Y tendrá un velatorio y no dos, sin ceremonia de cierre de ataúd.
A pesar de sus deseos, la despedida del líder espiritual de más de 1.400 millones de católicos reunirá a numerosos dignatarios extranjeros, entre ellos Donald Trump, uno de los primeros en confirmar que asistirá, así como el brasileño Lula da Silva y Emmanuel Macron. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski también prevé asistir.
Este martes se celebra además en el Palacio Chigi un Consejo de Ministros que declarará tres días de luto nacional y para estipular la organización de la ya de por sí caótica Roma, que estos días recibirá la visita de miles de fieles. La logística correrá a cargo del jefe de la Protección Civil, Fabio Ciciliano, como ocurrió en 2005 con los funerales de Juan Pablo II.
El Papa Francisco murió a los 88 años a las 7.35 del Lunes de Pascua, según anunció el Vaticano, tras levantarse a las 6.00 en buen estado pero encontrarse peor poco después. Su última aparición pública fue el Domingo de Resurrección, cuando se reunió con el vicepresidente de EEUU, J.D. Vance, y dio la bendición Urbi et Orbi.
Agencias