La protesta de jueces y fiscales es una llamada de atención contra el abuso de poder
NotMid 30/06/2025
OPINIÓN
MAITE RICO
Siempre se dijo que el único proyecto político de Pedro Sánchez era el disfrute narcisista del poder y sus atributos: Falcon por aquí, Mareta por allá, la imagen del triunfador. Quizás fue así. Ya no. No hay más que ver su rostro desencajado. Asediado por la corrupción, el presidente se aferra al cargo con un propósito: frenar las investigaciones y los procesos judiciales abiertos contra su familia y su círculo de colaboradores, antes de que acaben con él en el banquillo.
Todo cambió en mayo de 2024, con la imputación de Begoña Gómez. En aquellos «cinco días de reflexión», el «hombre enamorado» no deshojaba la margarita de su continuidad, sino que fraguó una conspiración contra el Estado de Derecho para garantizarse la impunidad.
Aprobada la amnistía por seis gárgolas del Constitucional, el Gobierno pretende ahora sacar adelante por la vía de urgencia las leyes pergeñadas por Félix Bolaños. La ley Begoña limita la actuación de la acusación popular, lo que llevaría al archivo de las causas contra Begoña Gómez y David Sánchez. La ley Bolaños modifica el acceso a la carrera judicial para colar a un millar de jueces y fiscales sin oposición, y deja en manos de la Fiscalía General la instrucción de las causas penales. Y para completar la infamia, el Gobierno estudia ahora una ley Koldo que pretende invalidar grabaciones como las obtenidas por la UCO sobre Cerdán.
Estamos en el momento más peligroso de nuestra democracia, junto al 23-F. Sánchez hará lo que sea en su ofensiva contra el poder judicial, y sus socios lo saben («hay que aprovechar el tiempo que nos quede», como dijo Rufián). También lo saben los jueces y fiscales, dique de contención de las veleidades autoritarias de Sánchez. Frente al desolador silencio con el que sindicatos y funcionarios han arropado la destrucción y el descrédito de Correos y de Renfe, del CIS y de RTVE, de ministerios y de organismos reguladores, el judicial es el único gremio, con la prensa independiente, que se ha rebelado contra los abusos de poder.
Por eso la inédita concentración del sábado y la huelga que comienza mañana son un aldabonazo para la ciudadanía: sin Estado de Derecho no hay democracia posible. La UCO, los jueces y la fiscalía anticorrupción están haciendo mucho más que combatir a los corruptos: están salvando nuestro sistema de libertades.