Los últimos supervivientes de aquella catástrofe alertan de los peligros de priorizar el rearme frente a la diplomacia en un momento en que las tensiones nucleares siguen vigentes
NotMid 03/08/2025
ASIA
Los testimonios de los supervivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, conocidos como hibakusha, son un recordatorio conmovedor de la devastación causada por las armas nucleares. A medida que nos acercamos al 80 aniversario de los ataques, sus historias cobran una importancia aún mayor, especialmente en un momento de crecientes tensiones nucleares a nivel mundial.
El recuerdo del 6 y 9 de agosto de 1945
El Museo de la Paz de Hiroshima alberga objetos y testimonios que ilustran el horror del ataque. Un reloj de pulsera detenido a las 08:15, uniformes escolares desintegrados, un zapato calcinado de una niña de siete años… son ejemplos de las pruebas físicas del bombardeo. Estos artefactos se exhiben junto a dibujos y manuscritos de los supervivientes, como los poemas de Bun Hashizume, una hibakusha que tenía 14 años en ese momento. Sus palabras capturan el caos y la destrucción: “El sol cayó y la historia se rompió. El cielo se desplomó y el metal se fundió”.
El bombardeo de Hiroshima con la bomba atómica Little Boy causó unas 140,000 muertes. Tres días después, la bomba atómica lanzada sobre Nagasaki mató a unas 74,000 personas. Estos ataques provocaron la rendición de Japón, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
Voces por un futuro sin armas nucleares
Muchos hibakusha, como Bun Hashizume, se han convertido en activistas por el desarme nuclear, viajando por el mundo para compartir sus historias y advertir de los peligros de estas armas. Su mensaje es claro: lo que ocurrió en Hiroshima y Nagasaki nunca debe repetirse.
Nihon Hidankyo, una organización de hibakusha, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2024 por su incansable trabajo en favor de un mundo libre de armas nucleares. Terumi Tanaka, uno de sus copresidentes y superviviente del bombardeo de Nagasaki, expresó su “infinita tristeza y enojo” por la posibilidad de que se rompa el “tabú nuclear”. Él y otros supervivientes como Toshiki Fujimori continúan compartiendo sus desgarradores relatos para concienciar a las nuevas generaciones.
El contexto actual de las tensiones nucleares
A pesar de las advertencias de los supervivientes, las tensiones nucleares han aumentado significativamente. El último informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) revela que las potencias nucleares están modernizando sus arsenales y abandonando los pactos de control de armas.
- Estados Unidos y Rusia poseen alrededor del 90% de las armas nucleares del mundo.
- China ha acelerado la expansión de su arsenal, aumentando su número de ojivas a unas 600.
- Los nueve estados con armas nucleares (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel) están planeando aumentar sus reservas.
Incluso en Japón, el país que sufrió los ataques, hay un debate creciente sobre el rearme, con algunas voces defendiendo romper el tabú nuclear ante las amenazas de países vecinos como China, Rusia y Corea del Norte.
Legado y dolor de los supervivientes
La comunidad hibakusha, cuya edad promedio es de 86 años, se ha reducido a menos de 100,000 personas. El Ministerio de Bienestar Social de Japón está preparando un informe para recopilar sus testimonios antes de que sea demasiado tarde.
El legado de los hibakusha también está marcado por el trauma y la discriminación. Keiko Ogura, otra superviviente de Hiroshima, relató cómo le persiguió durante mucho tiempo la culpa de haber dado agua a personas con graves quemaduras, quienes murieron poco después. Muchos hibakusha también ocultaron su condición por el estigma asociado a la radiación.
A pesar de estas heridas, los supervivientes han logrado llevar sus historias a líderes mundiales. Presidentes de Estados Unidos, como Barack Obama y Joe Biden, han visitado Hiroshima y escuchado de primera mano los relatos de los hibakusha, aunque Estados Unidos nunca se ha disculpado oficialmente por los bombardeos.
Agencias