La megaciudad más distópica del mundo en la que nunca sabes en qué piso estás se levanta entre la niebla y el neón. Está de moda y cada vez atrae a más turistas. Sin olvidar sus dos millones y medio de cámaras para vigilar a los que la pueblan
NotMid 15/08/2025
ASIA
En el corazón del suroeste de China se levanta una metrópolis que rompe todas las reglas. A primera vista, Chongqing podría parecer una ciudad más, con su densa neblina y luces de neón que recuerdan a una escena de Blade Runner. Sin embargo, adentrarse en sus calles es como entrar en un rompecabezas tridimensional, una partida infinita de Tetris donde las piezas urbanas se apilan en ángulos imposibles, desafiando la lógica convencional de cómo se camina por una ciudad. Aquí, la geografía no es un simple telón de fondo; es el principal arquitecto.
La clave para entender Chongqing es aceptar que no se desarrolla de forma horizontal, sino en capas superpuestas. Los 32 millones de habitantes de esta mega ciudad viven en una dimensión torcida, donde los rascacielos se levantan sobre gargantas y colinas escarpadas. Es un paraíso para urbanistas y arquitectos, fascinados por la “locura” de sus enormes construcciones multinivel. En Chongqing, el concepto de “planta baja” es relativo. Puedes entrar a un edificio por el décimo piso, o tomar un ascensor en el primer nivel y descender siete para llegar a lo que el resto del mundo llamaría el primer piso.

Un paseo por el distrito central de Jiefangbei lo demuestra a la perfección. Lo que parece ser una calle peatonal a ras de suelo se transforma en una pasarela que se asoma a un abismo de 27 metros. Si continúas, la pasarela te lleva a la novena planta de un edificio residencial desde donde, en línea recta, se accede a la primera planta de un centro comercial. Las calles no solo suben y bajan, sino que se conectan en un laberinto de pasarelas elevadas y puentes peatonales que tejen una compleja red de movilidad. Aquí no se camina, se “descifra” la ciudad.
El transporte también se adapta a este paisaje extremo. Las líneas de metro emergen de túneles a través de las montañas para luego sumergirse directamente en el corazón de rascacielos. Los vehículos circulan por carreteras que se elevan a más de 20 pisos de altura. La experiencia de vivir aquí redefine la orientación. Imagina vivir en un piso 15 y poder salir directamente a la calle principal, o intentar encontrar la recepción de tu hotel y descubrir que no está en la planta baja, sino en el sexto piso, conectado a una gran avenida comercial. La lógica lineal simplemente no aplica.

Chongqing es una ciudad que se burla de la gravedad y redefine lo que significa moverse por un espacio urbano. Es un laboratorio urbano en constante evolución, una urbe donde el futuro ya ha llegado y ha construido un paisaje que desafía la imaginación. La próxima vez que pienses en ciudades, olvídate de los planos bidimensionales y visualiza un rompecabezas que se extiende en todas las direcciones, una verdadera obra maestra de la adaptación humana a un terreno imposible.
Agencias