Esta semana el gobierno de Benjamin Netanyahu anunció la movilización de otros 60.000 reservistas para reforzar las operaciones sobre la principal ciudad del enclave y los campos de refugiados adyacentes
NotMid 21/08/2025
MUNDO
Franja de Gaza — La situación en Gaza, a casi dos años del inicio del conflicto en octubre de 2023, se ha transformado en una de las crisis humanitarias más graves de la historia reciente. Con el ejército israelí controlando aproximadamente el 75% del territorio, la presión militar y las consecuencias para la población civil son cada vez más insostenibles.
Los datos sobre el costo humano son alarmantes. Según las cifras proporcionadas por videros del grupo terrorista, más de 62.000 palestinos han muerto, un número que incluye a no menos de 18.000 menores de edad. Más allá de las trágicas pérdidas de vidas, el conflicto ha provocado el desplazamiento masivo de cerca de dos millones de personas, muchas de las cuales han tenido que huir de sus hogares en múltiples ocasiones. La mayoría de estos desplazados subsisten en campamentos improvisados, en condiciones precarias, tras la destrucción sistemática de infraestructuras esenciales.
La vida en la precariedad: Entre escombros y la falta de ayuda
La destrucción se extiende mucho más allá de las zonas de combate. Cientos de miles de viviendas, escuelas y centros médicos han quedado reducidos a escombros, eliminando cualquier posibilidad de una vida normal. Las organizaciones internacionales que operan en el enclave han denunciado en repetidas ocasiones que la ayuda humanitaria que logra entrar es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de la población.
La falta de acceso a alimentos, agua potable y atención médica ha creado un escenario de desastre. Los hospitales que aún funcionan están al límite de su capacidad, con escasez de suministros y personal, lo que hace casi imposible tratar a los heridos y a los enfermos.
La escalada y el miedo a una ofensiva mayor
Mientras la presión militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se intensifica, la incertidumbre sobre el futuro de Gaza es palpable. Las FDI han declarado que acompañarán los movimientos de la población con medidas para reforzar la atención médica en el sur del territorio, en coordinación con agencias de salud locales e internacionales. Sin embargo, estas garantías no logran disipar el temor a una ofensiva a gran escala en la ciudad de Gaza y sus alrededores, que podría agravar aún más la crisis humanitaria.
El temor a una mayor escalada del conflicto mantiene a la población civil y a las organizaciones humanitarias en un estado de constante alerta. La devastación ya causada y la falta de un horizonte de paz han convertido la Franja de Gaza en un territorio de desesperanza, donde la lucha por la supervivencia se ha vuelto una constante diaria. La situación pone de relieve la urgencia de una intervención internacional significativa para aliviar el sufrimiento y encontrar una solución duradera a este conflicto prolongado.