El dictador venezolano ordenó un operativo con militares, policías y milicianos en 73 puntos del país desde Zulia hasta Sucre
NotMid 24/10/2025
IberoAmérica
La tensión regional se incrementó este jueves en el Caribe después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informara que su administración pretende ampliar la campaña militar contra el narcotráfico a operaciones terrestres, sin precisar el lugar exacto de dichas intervenciones.
“La tierra será lo siguiente”, declaró Trump en un encuentro con la prensa y en presencia del secretario de Defensa Pete Hegseth, según información recogida por Bloomberg.
El mandatario estadounidense insistió en la necesidad de intensificar la ofensiva en la lucha contra el tráfico de drogas. “Vamos a matar a las personas que traen drogas a nuestro país”, afirmó, abriendo la puerta a futuras operaciones en tierra tras los recientes ataques navales contra embarcaciones con presunta carga de narcóticos en el Caribe.
Respuesta de Caracas: Despliegue Militar Masivo
El anuncio de Trump coincidió con la respuesta directa de Venezuela. El líder del régimen, Nicolás Maduro, anunció en la mañana de este jueves el despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), cuerpos policiales y milicianos a lo largo de las costas del país, en el marco de unos ejercicios militares que se extenderán durante 72 horas. Este movimiento coincide con la creciente presencia naval estadounidense en el mar Caribe, situación que Caracas percibe como una “amenaza”.
En un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), Maduro informó que la operación cubre desde el estado Zulia, en la frontera con Colombia, hasta el estado Sucre, próximo a Trinidad y Tobago. Explicó que la madrugada de este jueves dio la orden de activar el despliegue y la disposición de “todos los equipos militares de inmediato” para resguardar la seguridad en los “puntos de acción” diseminados por la franja costera nacional.
Maduro detalló que las maniobras militares comenzaron a las 03:00 de la mañana (07:00 GMT) y para las 09:00 (13:00 GMT) ya se había completado la cobertura de la totalidad de las costas venezolanas. Según sus declaraciones, la fuerza militar y policial, junto a un equipo de “primer nivel” en defensa antiaérea y costera, se distribuyeron en 73 puntos centrales del país, equipados con armamento pesado para actuar “si fuera necesario”.
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, confirmó las acciones del gobierno, subrayando la importancia de alcanzar el “punto óptimo” de coordinación y preparación de todo el Estado frente al despliegue naval estadounidense. “Estamos haciendo operaciones de reconocimiento de rutas terrestres, de vigilancia aérea, operaciones de exploración y radioeléctricas también, levantamiento de drones, operaciones anfibias en algunas partes de las costas venezolanas y saturación y profilaxis también policial en algunas partes de las zonas costeras del país”, precisó Padrino López.
El ministro añadió que cualquier operación encubierta de la CIA contra Venezuela fracasará, en referencia a la reciente autorización por parte de Trump para que la agencia realice acciones encubiertas. “Ellos pueden desplegar no sé cuántas unidades afiliadas a la CIA en operaciones encubiertas… y cualquier intento fracasará”, sentenció.
Acusaciones Cruzadas y Víctimas Civiles
La administración de Trump sostiene que su despliegue militar en el Caribe responde exclusivamente al combate del narcotráfico procedente de Sudamérica. No obstante, el gobierno de Maduro considera que se trata de una estrategia velada para promover un “cambio de régimen” en Caracas. El propio Trump acusa directamente a Maduro de encabezar un cartel de drogas, una acusación que el líder venezolano rechaza públicamente.
Desde septiembre, Estados Unidos ha reportado la destrucción de ocho embarcaciones que, según las autoridades, transportaban drogas por aguas internacionales, con un saldo de cerca de 30 víctimas mortales. Sin embargo, los gobiernos de Venezuela y Colombia, así como familiares de los fallecidos, han indicado que las víctimas en los dos últimos ataques eran supuestamente civiles, incluyendo pescadores. Trinidad y Tobago también reportó ciudadanos entre los afectados.
