La cumbre de APEC en Gyeongju se convierte en el epicentro de protestas a medida que la sinofobia alcanza el 71%. La ausencia de Trump deja el campo libre al líder chino para promover un nuevo orden multilateral.
NotMid 01/11/2025
ASIA
GYEONGJU, COREA DEL SUR – La histórica ciudad de Gyeongju, antigua capital del reino de Silla, fue esta semana el escenario de una cumbre de alto voltaje geopolítico: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Sin embargo, el evento fue eclipsado por un palpable y creciente sentimiento antichino que se desborda en las calles.
“¡Fuera China!, ¡Fuera el Partido Comunista Chino!, ¡Fuera Xi Jinping!”, gritaba un grupo de manifestantes en el centro de la ciudad, epicentro de la cumbre a la que asistió el presidente chino. Esta sinofobia, que ha escalado del 16% al 71% en la última década según el East Asia Institute, refleja las profundas fricciones que atraviesan las relaciones entre Seúl y Pekín.
🇨🇳 De la Pesca al “Robo” de la Historia
Las tiranteces entre los vecinos se arrastran desde hace tiempo e incluyen:
- Represalias económicas de China tras el despliegue de un sistema antimisiles estadounidense en Corea del Sur.
- Denuncias constantes sobre pesca ilegal en aguas coreanas.
- Reclamos de apropiación cultural de elementos de la cultura coreana por parte de China.
A esta lista se suman las teorías de la conspiración de una ruidosa corriente de extrema derecha que acusa a China y Corea del Norte de infiltrar agentes en el Parlamento con la intención de subvertir la democracia surcoreana. Esta narrativa fue utilizada por el expresidente Yoon Suk-yeol para denunciar un fraude electoral y justificar la efímera ley marcial que decretó en diciembre de 2024 (Yoon se encuentra ahora en prisión preventiva por insurrección).
La tensión llegó a las redes sociales, donde varios establecimientos, incluyendo restaurantes y cafeterías, anunciaron que se negarían a atender a clientes chinos.
Protesta de un individuo: “Nos quiere saquear nuestra historia”, fue el reclamo del profesor universitario So Gilsu, quien se manifestaba en Gyeongju porque, según él, Xi Jinping le habría asegurado a Trump que Corea era parte de China.
⚖️ El Equilibrio Imposible de Lee Jae-myung
Bajo esta atmósfera de polarización, el actual presidente surcoreano, Lee Jae-myung, intenta caminar sobre la cuerda floja. Lee, quien ganó las elecciones de junio tras meses de agitación política extrema, debe equilibrar la alianza de seguridad tradicional con Estados Unidos y la dependencia económica de China, su principal socio comercial.
El “Vasallaje” y el Vacío de Trump
La cumbre de APEC puso de manifiesto este dilema. El presidente Lee agasajó a Donald Trump —quien se reunió con él un día antes de la cumbre— con:
- La máxima condecoración del Gobierno surcoreano.
- El compromiso de 350.000 millones de dólares en inversión surcoreana en EE. UU.
- Una simbólica corona de oro.
La generosidad de Lee provocó protestas antiestadounidenses en varias ciudades del país, donde el público criticó el “vasallaje” ante un líder que se jacta de utilizar el chantaje comercial contra sus aliados.
Trump se marchó de Corea el jueves, ausentándose de la cumbre y cediendo el protagonismo al líder chino.
🌐 Xi Jinping Aprovecha el Escenario Global
La ausencia de Trump fue capitalizada por Xi Jinping, en su primera visita a Corea del Sur en 11 años. El líder chino se reunió con el anfitrión Lee y acaparó los focos al lanzar un contundente alegato en defensa del libre comercio y el multilateralismo ante los líderes empresariales y mundiales presentes. Esta postura contrasta directamente con las políticas de acuerdos bilaterales y barreras comerciales impulsadas por Washington.
Al cierre de la APEC, Xi presentó su propuesta más ambiciosa: la creación de una Organización Mundial de Cooperación en IA para establecer normas de gobernanza y convertir la inteligencia artificial en un “bien público”.
🐼 La Protesta del Corazón: El Caso del Panda Fu Bao
No todas las protestas antichinas estuvieron motivadas por la geopolítica. Días antes del cierre, otra pequeña manifestación surgió en Gyeongju, esta vez impulsada por el afecto: los manifestantes reclamaban la devolución del panda gigante Fu Bao.
Fu Bao, hijo de pandas chinos, nació y creció en un zoológico surcoreano hasta que Pekín, conforme a los contratos de préstamo de estos animales, reclamó su regreso. Los manifestantes exigían que su querido panda regresara a Corea del Sur.
Agencias
