NotMid 05/11/2025
IberoAmérica
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Bolivia resolvió este miércoles anular la sentencia de diez años de prisión contra la exmandataria Jeanine Áñez en el denominado caso ‘Golpe II’, disponiendo su liberación inmediata.
La trascendental decisión fue comunicada por el presidente del alto tribunal, Romer Saucedo, quien explicó que la medida responde a una revisión extraordinaria de sentencia solicitada por la defensa de Áñez.
“Se ha dispuesto la nulidad de la sentencia que ella tenía, tenía una sentencia ejecutoriada de diez años y en consecuencia se dispone la libertad en el día”, detalló Saucedo en su comparecencia ante la prensa local.
El presidente del TSJ precisó que la resolución fue respaldada por siete magistrados y se enmarca en las garantías del debido proceso, asegurando que la revisión extraordinaria es un mecanismo para corregir errores y evitar vulneraciones a derechos fundamentales.
Impacto y Contexto del Caso
La anulación de la condena impacta de manera directa sobre la situación legal de Jeanine Áñez, quien permanecía recluida en un penal de La Paz desde 2022. Áñez fue condenada por su ascenso a la presidencia de Bolivia en 2019, tras la renuncia de Evo Morales y otros altos cargos en medio de una profunda crisis política. El ‘Caso Golpe II’ analizaba la presunta irregularidad en su llegada al poder.
La situación de la exmandataria fue objeto de intenso debate nacional e internacional, con organismos de derechos humanos manifestando reiteradas veces su preocupación por el proceso y las condiciones de su detención. La causa polarizó a Bolivia, generando discusiones sobre la judicialización de los conflictos políticos y la independencia del sistema judicial.
Áñez: “No quebraron mi convicción”
La decisión judicial se produce un día después de que Áñez difundiera un extenso mensaje en su cuenta de X (antes Twitter) en el que dio cuenta de su estado anímico tras casi cinco años de privación de libertad.
“Estos casi 5 años privada de libertad me marcaron, pero no quebraron mi convicción”, expresó, defendiendo sus acciones durante la crisis de 2019. “Nunca me arrepentiré de haber servido a mi patria cuando me necesitó”, sentenció.
La exmandataria sostuvo en su publicación que “la libertad más profunda no depende de los muros sino de mantener viva la verdad de lo que hice”, y denunció haber sido estigmatizada y blanco de acusaciones por corrupción que, según ella, nunca cometió. Afirmó haberse sentido sola y que esa vulnerabilidad fue aprovechada.
La orden de liberación inmediata marca un nuevo y crucial capítulo en uno de los casos judiciales más relevantes y controvertidos de Bolivia en los últimos años.
Agencias
