NotMid 13/11/2025
ASIA
Mientras la bandera china se alza y el himno nacional resuena en las mañanas de Beijing, una sensación de desesperación silenciosa echa raíces entre la población. El orgullo nacional, que antes era “superfluo” debido a la prosperidad económica, hoy resulta difícil de sostener.
A pesar de que China se presenta internacionalmente como el único rival de Estados Unidos y una nación unida (narrativa reforzada por treguas comerciales), esta fachada poderosa se desmorona en el interior. El contraste se resume en la frase popular: “wai qiang, zhong gan”—“fuerte por fuera, frágil por dentro”.
El Contrato Social Roto: Prioridad del Estado vs. Bienestar Común
La frustración popular se debe a un cambio de percepción: muchos sienten que las políticas que hacen fuerte a China en el extranjero les están perjudicando en casa.
Durante décadas, el Partido Comunista Chino (PCCh) mantuvo un contrato social tácito: obediencia política a cambio de una mayor libertad para mejorar el nivel de vida. Para una creciente parte de la población, el gobierno de Xi Jinping ya no está cumpliendo su parte.
- Ofensiva Estatal: Una ofensiva contra el sector privado es ampliamente culpada de socavar los medios de vida de la clase media.
- Inversión Estratégica: Los recursos se canalizan hacia industrias estratégicas (vehículos eléctricos, energía solar, construcción naval) priorizando el poder nacional sobre el bien común.
- Costos Ambientales: La obsesión por el control global de suministros (ej. elementos de tierras raras) ha provocado una severa contaminación interna.
Esta desconexión ha generado una “amarga ira” en la población, que se percibe como víctima sin voz de la obsesión del Estado por el poder mundial y por superar a Estados Unidos.

La preocupación por el desempleo y los recortes salariales domina las conversaciones privadas y redes sociales en China (REUTERS/ARCHIVO)
Indicadores de una Economía en Apuros
El pesimismo popular se alimenta de indicadores económicos alarmantes:
- Desempleo Juvenil: Las cifras oficiales siguen siendo “alarmantemente altas”, incluso después de que el gobierno cambiara la metodología de cálculo.
- Trabajos Prearios: Se estima que 200 millones de personas dependen de la economía de trabajos temporales.
- Crisis Inmobiliaria: El desplome irresoluble del mercado inmobiliario ha disminuido la riqueza de los consumidores, atrapando a la economía en una espiral deflacionaria.
- Consecuencias Sociales: La inseguridad económica está provocando que la gente renuncie al matrimonio y a formar familias, agravando el descenso nacional de la población y acentuando la brecha entre quienes tienen y quienes no.

El deterioro de las condiciones de vida, la censura y la falta de respuesta a los problemas cotidianos han erosionado el apoyo popular al Partido Comunista, generando una creciente desconexión entre Estado y ciudadanos (EFE/ARCHIVO)
La Respuesta del PCCh: Censura y Retórica Vacía
La inquietud pública está poniendo en riesgo el apoyo interno a la agenda asertiva de Beijing.
- Rechazo a los Sacrificios: Cuando el Diario del Pueblo argumentó que ganar la guerra comercial implicaba “sacrificar a parte del pueblo”, la reacción en internet fue inmediata y el patriotismo “casi se ahoga” ante las quejas sobre las luchas cotidianas.
- Represión del “Pesimismo”: Recientemente, el gobierno ha comenzado a reprimir el contenido en redes sociales que considera “excesivamente pesimista”, una clara señal de preocupación.
- El Sueño Desvanecido: El mantra de Xi Jinping, “el Sueño Chino”, una promesa de prosperidad compartida, ha sido menos prominente en los mensajes oficiales, ya que la retórica ahora “suena vacía” ante una población que ve desvanecerse sus sueños.
Reprimir la crítica en lugar de abordar sus causas solo profundizará la desconexión del PCCh con su pueblo.
Agencias
