El Cerco Final y la Sombra de la Justicia
NotMid 14/11/2025
EDITORIAL
El cerco sobre Nicolás Maduro se estrecha implacablemente, y las señales de pánico en el seno de la narcocracia gobernante son cada vez más evidentes y generalizadas.
Dos Clases de Criminales
- Los Inmersos e Insalvables: Existe un núcleo duro —los verdaderamente comprometidos— para quienes no hay camino de retorno. Acorralados y con el agua al cuello, su única opción es fingir valentía y huir hacia adelante. Su futuro, fuera del poder, es inexistente.
- Los Pragmatistas y Planeadores: Pero una parte significativa de esa cúpula no comparte esa condena, o al menos no está dispuesta a inmolarse por un líder en caída. Son los que, con una lucidez nacida del miedo, están activando sus Planes B, C y D. A través de familiares, socios y operadores, ya están tendiendo puentes y enviando mensajes.
Su deseo es claro: que Maduro conserve el poder para mantener sus privilegios. Sin embargo, su instinto de supervivencia es mayor. Quieren estar listos para “caer parados como el gato” cuando la Administración Trump cumpla su promesa de decapitar al llamado Cártel de los Soles.
Incluso, algunos albergan la ingenua esperanza de poder mimetizarse y “pasar agachados” cuando llegue la hora del cambio.
No Habrá Caos, Solo Cuentas
La narrativa de los defensores del régimen, que amenaza con desorden, caos, o guerra civil, es una simple táctica de intimidación.
Lo que se avecina en Venezuela no es venganza, es estricta y sobria justicia.
Es precisamente esta inminencia de un proceso legal justo, imparcial y sin excepciones lo que les produce un pánico profundo y existencial.
