El cerco judicial a la corrupción obliga al Gobierno a consumir todas sus energías en defenderse
NotMid 27/11/2025
EDITORIAL
El cerco judicial a la corrupción obliga al Gobierno a consumir todas sus energías en defenderse. La desconexión entre sus prioridades y las de la ciudadanía aboca la legislatura, sacudida por los escándalos que salpican al PSOE y al entorno de Pedro Sánchez, a una vía muerta. Así se ha puesto de manifiesto con el indisimulado nerviosismo con el que el Ejecutivo afronta las vistillas de José Luis Ábalos y Koldo García hoy en el Supremo. Apenas 24 horas antes de que el juez del caso Koldo decida si envía a prisión al ex ministro de Transportes y a su ex asesor, el primero no ha dudado en disparar a Moncloa con un mensaje de presión. Aunque el instructor ordene su encarcelamiento -sería el primer diputado en ejercicio que acaba entre rejas-, Ábalos conservaría el acta, lo que complicaría aún más la aritmética parlamentaria al Gobierno.
A su vez, en el marco de la investigación a las finanzas del PSOE, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha dado 10 días a este partido para entregar «la relación de pagos en metálico», y sus justificantes, durante la etapa de Sánchez por posible blanqueo o desfalco. Además de las diferentes versiones ofrecidas por Ferraz, lo cierto es que el PSOE se saltó su propio sistema de control de gastos y no fiscalizó los pagos ni a Santos Cerdán ni a Ábalos. A los indicios que apuntan a una caja B se suma la decisión del juez que investiga a la fontanera del PSOE Leire Díez de llamar a declarar a Cerdán y a Antonio Hernando, ex alto cargo del Gabinete de Presidencia del Gobierno. Más allá del desenlace de estas causas, un Ejecutivo no puede resistir si es al precio de ahondar en la degradación institucional.
