NotMid 16/12/2025
ASIA
Este lunes, Jimmy Lai, de 78 años, fundador del influyente y ya desaparecido diario Apple Daily, fue declarado culpable de delitos contra la seguridad nacional y sedición por un tribunal de Hong Kong. El veredicto, que llega tras un juicio que se extendió casi dos años, lo señala como el “autor intelectual” de conspiraciones destinadas a desestabilizar al Gobierno chino. Lai se enfrenta ahora a una posible cadena perpetua, cuya sentencia no se conocerá hasta comienzos de 2026.
La noticia de su condena se considera el golpe de gracia a la libertad de prensa y la independencia judicial en la ciudad. La acusación, defendida con firmeza por la jueza Esther Toh, sostuvo que “no cabe duda de que el acusado nunca vaciló en su intención de desestabilizar al Gobierno del Partido Comunista Chino”. Según el tribunal, Lai utilizó su influencia y fortuna para financiar a un grupo prodemocrático que habría presionado a gobiernos extranjeros con el objetivo de imponer sanciones contra China y Hong Kong. Además, fue condenado por emplear el Apple Daily para “publicar materiales sediciosos” entre abril de 2019 y junio de 2021.
El Cierre del Apple Daily
La ofensiva contra Lai y su medio se materializó hace justo cuatro años. En aquel momento, medio millar de agentes de policía irrumpieron en la redacción del Apple Daily, uno de los diarios de mayor tirada de Hong Kong. Durante más de cinco horas, la Policía registró minuciosamente todas las oficinas y confiscó los ordenadores de los periodistas.
La operación concluyó con la detención de cinco altos cargos del periódico (ejecutivos y editores), acusados de haber publicado una treintena de artículos y columnas de opinión abiertamente críticas con la recién impuesta Ley de Seguridad Nacional del Gobierno chino. Algunas de esas piezas llevaban la firma del propio Lai, quien en ese momento se encontraba ya en prisión preventiva por una causa distinta.
Poco después de aquella redada, el Apple Daily anunció su cierre definitivo. Fundado por Lai en 1995, dos años antes de la devolución de Hong Kong a soberanía china, su seña de identidad fue siempre una línea editorial marcadamente crítica con Pekín.
El Precio de la Disidencia en Hong Kong
El espacio de libertades que había caracterizado a Hong Kong se evaporó de forma casi inmediata tras la imposición de la Ley de Seguridad Nacional.
Hace justo seis años, Hong Kong quedó paralizada por las movilizaciones multitudinarias prodemocráticas. El ciclo de protestas se cerró abruptamente cuando el Gobierno chino, aprovechando el vacío en las calles provocado por la pandemia a comienzos de 2020, impuso la ley que cercenó de raíz la autonomía política y civil de la ciudad. Decenas de activistas y legisladores fueron detenidos, mientras muchos otros optaron por el exilio. La ofensiva contra la libertad de prensa comenzó con la detención de Jimmy Lai.
Fuerte Condena Internacional
La noticia de la condena a Lai, que es ciudadano británico, ha tenido una gran repercusión internacional porque el juicio fue seguido muy de cerca por gobiernos extranjeros y observadores internacionales, quienes han denunciado el fin de la independencia judicial y la libertad de prensa en la ciudad.
“Es un juicio motivado políticamente. Jimmy Lai ha sido objeto de persecución por parte del Gobierno chino y el de Hong Kong por ejercer pacíficamente su derecho a la libertada de expresión“, manifestó la ministra de Exteriores de Reino Unido, Yvette Cooper.
Grupos de derechos humanos también condenaron el veredicto. Elaine Pearson, directora para Asia de Human Rights Watch, calificó la condena de cruel y una farsa. “El maltrato del Gobierno chino a Jimmy Lai busca silenciar a todo aquel que se atreva a criticar al Partido Comunista”, declaró.
Desde Washington, el presidente estadounidense, Donald Trump, prometió públicamente que intentaría “salvarlo”, asegurando que había planteado la “difícil situación de Lai” al presidente chino, Xi Jinping, durante una reciente reunión bilateral.
Un Patrón de Represión
Lai no ha sido el primer empresario o periodista condenado bajo la ley de seguridad nacional por “artículos sediciosos”. Unos meses después de la redada en el Apple Daily, otros 200 agentes entraron en la redacción del Stand News, uno de los diarios digitales más famosos de Hong Kong. Las autoridades congelaron los activos del periódico y la Policía arrestó a varios editores, periodistas y accionistas, acusados de “incitación al odio”.
Casi tres años más tarde, los dos principales editores del periódico fueron declarados culpables de “conspiración para publicar y reproducir publicaciones sediciosas”. El primero de ellos, Chung Pui-kuen, fue sentenciado a una pena de 21 meses de prisión. El otro editor, Patrick Lam, fue condenado a 14 meses, pero en su caso ha quedado en libertad debido a su delicado estado de salud.
“La tradición de Estado de derecho y libertades civiles que teníamos ha desaparecido. En este sentido, Hong Kong se ha convertido en una provincia más de China. Han censurado cientos de libros y cerrado todos los medios independientes. Cualquier protesta pública se considera un acto de sedición y puede ser castigado con hasta cadena perpetua”, resumía en una entrevista una activista de Hong Kong que llegó a ocupar un escaño en el Parlamento local. Esta formación, que ha sido tradicionalmente la primera fuerza de la oposición, se disolvió oficialmente este domingo, cerrando el círculo de la represión política en la ciudad.
Agencias
