NotMid 22/12/2025
MUNDO
Moscú – El teniente general Fanil Sarvarov, jefe del departamento de entrenamiento operativo del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, murió este lunes en Moscú tras la explosión de su vehículo en un aparcamiento cercano a su domicilio. El Comité de Investigación de Rusia ya apunta directamente a la participación de los servicios de inteligencia ucranianos, en lo que supone un nuevo golpe de la “guerra en la sombra” que Kiev libra en territorio ruso.
Una ejecución quirúrgica
La explosión se produjo a las 06:55 hora local, cuando una bomba magnética colocada bajo su Kia Sorento detonó apenas salía del aparcamiento. El ataque ocurrió a solo 150 metros de un edificio vinculado al GRU (inteligencia militar). Los investigadores han difundido imágenes del coche destrozado, con rastros de sangre en el asiento del conductor, confirmando la precisión del artefacto.
Sarvarov, de 56 años, era una figura fundamental en la estructura bélica del Kremlin. Como responsable de la preparación para el combate, supervisaba directamente el entrenamiento de las tropas desplegadas en Ucrania. Veterano de las guerras en Chechenia y la intervención en Siria, había ascendido a teniente general este mismo año y era señalado por medios independientes como uno de los comandantes clave en la invasión iniciada en 2022.
Tensión diplomática y sed de venganza
El asesinato se produce en un momento de altísima sensibilidad política. Mientras los restos del general eran retirados, delegaciones de Ucrania y Estados Unidos mantenían reuniones en Florida, y Washington acababa de proponer un encuentro a tres bandas para explorar vías de diálogo.
Dentro de Rusia, la reacción ha sido de furia. Andrey Kolesnik, miembro del comité de defensa de la Duma, lideró las voces que exigen una respuesta implacable: “No deben ser hechos prisioneros; deben ser aniquilados en el acto, como se hace con los terroristas”, declaró a la prensa local. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, confirmó que el presidente Vladímir Putin fue informado de inmediato.
La estrategia de la “retaguardia insegura”
Este atentado no es un hecho aislado, sino parte de una campaña sistemática del SBU (Servicio de Seguridad) y el GUR (Inteligencia Militar) de Ucrania para erosionar la moral rusa y castigar a los altos mandos. Entre los precedentes más recientes destacan:
- Abril 2024: El teniente general Yaroslav Moskalik muere por un coche bomba.
- Diciembre 2023: El general Igor Kirillov (Protección Nuclear) fallece por una bomba en un scooter eléctrico.
- Noviembre 2023: El capitán Valery Trankovsky es asesinado en Crimea tras ser acusado de crímenes de guerra.
“Tienen que saber dónde están sus refugios antiaéreos… si no detienen la guerra, los necesitarán”, advirtió recientemente el presidente Volodímir Zelenski.
Al eliminar a exponentes de la cadena de mando como Sarvarov, Ucrania no solo golpea la logística operativa del ejército ruso, sino que obliga a Moscú a desviar recursos críticos hacia la seguridad interna y la contrainteligencia, demostrando que ningún oficial, por alto que sea su rango, está a salvo en la capital rusa.
Agencias
