NotMid 23/12/2025
USA en español
La antigua estación naval de Roosevelt Roads, en Ceiba, vuelve a ser el epicentro de la estrategia de defensa estadounidense en el Caribe, en medio de una campaña de presión sin precedentes sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
El silencio que durante años dominó el litoral de Ceiba se ha roto definitivamente. Este lunes, la pista de la histórica estación naval de Roosevelt Roads se convirtió en un hervidero de actividad militar. Bajo el sol del Caribe, una alineación de tecnología punta —cazas F-35 y F-18, aviones de transporte C-130 Hércules y helicópteros Black Hawk— dejó claro que Puerto Rico ha recuperado su rol estratégico en el tablero regional.

Un despliegue de alta intensidad
Las maniobras del 22 de diciembre no fueron rutinarias. La jornada incluyó operaciones de asalto con tropas ejecutando descensos mediante rapel desde helicópteros Huey, mientras cazas F-18 realizaban despegues sucesivos y un helicóptero de ataque AH-1 Cobra ejecutaba vuelos rasantes sobre la base. La logística en tierra fue igualmente intensa, con convoyes de maquinaria pesada y un flujo constante de personal militar preparando las aeronaves para misiones inmediatas.

El contexto: Presión sobre Caracas
Este despliegue se enmarca en la creciente tensión entre la administración de Donald Trump y el gobierno de Nicolás Maduro. Washington, que acusa al mandatario venezolano de liderar una red de narcotráfico, ha reforzado su presencia en el área con miles de efectivos, portaaviones y buques de guerra.
Desde agosto, el operativo antidrogas de EE. UU. en el Caribe y el Pacífico oriental ha arrojado cifras contundentes:
- Intervenciones: Cerca de 30 embarcaciones vinculadas al narcotráfico destruidas.
- Bajas: Más de un centenar de tripulantes fallecidos en enfrentamientos.
- Bloqueo energético: Incautación de buques petroleros que violaban las sanciones impuestas al crudo venezolano.

La jornada militar en Roosevelt Roads se desarrolla en el contexto de crecientes tensiones entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela (REUTERS/Ricardo Arduengo)
Guerra en el mar y condena de Venezuela
La tensión alcanzó un nuevo pico tras la confiscación del petrolero Skipper el pasado 10 de diciembre, seguida de otras interceptaciones de buques bajo sanción. Desde Caracas, estas acciones han sido calificadas como un “robo y secuestro” de propiedad privada, denunciando lo que consideran una piratería moderna orquestada por la Casa Blanca.
Mientras la diplomacia se agota, en Ceiba los motores no se detienen. El resurgimiento operativo de Roosevelt Roads simboliza el fin de una era de inactividad y el inicio de una etapa de vigilancia activa sobre las aguas del Caribe, convirtiendo a la isla en el portaaviones inamovible de Estados Unidos frente a las costas venezolanas.
Agencias
