La organización terrorista resurge con renovados llamados a la acción y afianza su poder en África. Un análisis detallado de su amenaza persistente en Estados Unidos y su creciente influencia en África Occidental.
NotMid 21/09/2025
USA en español
El Centro Nacional Antiterrorista de Estados Unidos (NCTC) ha emitido una seria advertencia sobre la amenaza persistente de Al Qaeda, destacando los recientes llamados de la organización para realizar ataques en suelo estadounidense. Según el NCTC, esta situación subraya la capacidad del grupo para seguir siendo una amenaza duradera para los ciudadanos y funcionarios de EE. UU.
La filial en Yemen, Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), es un actor clave en esta nueva ola de incitación. El grupo utiliza sus publicaciones digitales, como la revista “Inspire Guide”, para aprovechar los conflictos globales que involucran a EE. UU. e inspirar a potenciales atacantes. De hecho, el NCTC subraya que AQPA es la única filial de Al Qaeda que ha logrado perpetrar un ataque en territorio estadounidense.
En sus recientes publicaciones, AQPA ha celebrado ataques previos y ha instado a sus seguidores a utilizar métodos simples, pero letales, como armas de fuego, explosivos o incluso atropellos masivos. Los objetivos principales son:
- Personas u organizaciones que apoyan a Israel.
- Autoridades gubernamentales y fuerzas del orden de EE. UU.
- Grandes reuniones públicas, incluidas protestas o disturbios civiles.
Los líderes de AQPA también han lanzado mensajes directos y amenazantes. En junio, Saad Atif al Aulaqi, uno de los líderes de la filial, difundió un video pidiendo ataques contra el presidente, el vicepresidente y otros altos funcionarios estadounidenses, así como contra congresistas y sus familias.
Estos objetivos coinciden con los planes de Al Qaeda antes de los atentados del 11 de septiembre, incluyendo la aviación y las infraestructuras simbólicas. Para contrarrestar esta amenaza, el NCTC ha recomendado a los funcionarios federales que modifican sus rutinas diarias y eviten divulgar información sensible para dificultar la vigilancia y minimizar los riesgos.
La expansión de Al Qaeda en África Occidental: JNIM emerge como una fuerza dominante
Mientras Al Qaeda mantiene su foco en la amenaza directa a Occidente, su filial africana, Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM), ha consolidado su poder en África Occidental, transformando el panorama de seguridad de la región. Expertos señalan que el grupo es ahora una de las fuerzas militantes mejor armadas del mundo.
Según Héni Nsaibia, analista del proyecto ACLED, JNIM está creando un “protoestado que se extiende como un cinturón” desde Mali hasta las fronteras de Benín. Su crecimiento es impulsado por ataques de gran envergadura y una efectiva estrategia de reclutamiento que capitaliza los fracasos de los gobiernos locales y las atrocidades cometidas por las fuerzas estatales. La combinación de estos factores ha hecho que miles de personas, desesperadas por seguridad, se unan a sus filas.
El Sahel se ha convertido en el epicentro mundial del terrorismo, concentrando el 51% de las muertes globales por este fenómeno. Burkina Faso y Níger han sido los países más afectados, y la expansión de JNIM hacia el sur ha provocado un aumento récord de ataques en Togo y Benín.
A pesar del auge de esta amenaza, la respuesta militar de EE. UU. en la región ha disminuido drásticamente. Con el retiro de drones y la reducción de tropas, los exfuncionarios estadounidenses advierten que ya no cuentan con las herramientas necesarias para monitorear la situación.
El éxito de JNIM se basa en un modelo de “franquicia” que se adapta a las costumbres y reivindicaciones locales. Liderado por Iyad ag Ghali (tuareg) y Amadou Koufa (fulani), el grupo ha logrado un atractivo transversal que le permite operar con gran eficacia. Su financiamiento proviene de una red de actividades ilícitas que incluyen la minería de oro, el secuestro, el contrabando y la recaudación de impuestos, lo que le otorga una gran autonomía y poder.
Conclusión: Una amenaza global interconectada
El resurgimiento de Al Qaeda, tanto a través de su propaganda global como de su expansión territorial en África, demuestra la naturaleza dual y adaptable de la organización. La amenaza no solo persiste, sino que evoluciona en dos frentes distintos, interconectados por la ideología y el financiamiento. Las advertencias del NCTC y el avance de JNIM en África destacan la necesidad de una estrategia coordinada y sostenida para combatir un grupo que sigue demostrando su capacidad de adaptación y su potencial para generar inestabilidad en todo el mundo.