El techo de gasto récord aprobado por el Consejo de Ministros retrata la voluntad electoralista de un Gobierno que trata de opacar su minoría parlamentaria aparentando una normalidad inexistente
NotMid 19/11/2025
EDITORIAL
El cuadro macroeconómico al que ayer dio luz verde el Consejo de Ministros, que incluye disparar el techo de gasto para 2026 un 8,5% -superando los 212.000 millones de euros-, retrata la voluntad electoralista de un Ejecutivo que trata de opacar su minoría parlamentaria aparentando una normalidad inexistente. Sólo en este marco se entiende la aprobación de una senda de déficit que ya rechazó Junts y de un techo de gasto récord, lo que permite al Gobierno blandir un alza notable del gasto -en lugar de bajar la presión fiscal- en un año electoral. Y todo ello en un contexto en el que la vicepresidenta primera María Jesús Montero ha postergado la presentación de los Presupuestos al primer trimestre de 2026. Moncloa certifica así la doble anomalía en la que incurre: a la incapacidad para sacar adelante unas cuentas públicas se suma la pretensión de Pedro Sánchez de agotar la legislatura con unos Presupuestos aprobados durante el anterior mandato.
Esta falta de responsabilidad institucional es extrapolable a la financiación autonómica, en la que Montero busca una cuadratura inviable. La titular de Hacienda, durante el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado lunes, aplazó la propuesta para un nuevo sistema -el actual caducó en 2014- al primer trimestre del próximo año y avanzó un castigo a las rebajas fiscales de Madrid. Además, trasladó a las comunidades que este nuevo modelo se negociará de forma multilateral -como es costumbre-, pero también bilateral para cumplir el pacto de los socialistas con ERC. Es incompatible privilegiar a Cataluña y preservar el mandato constitucional que exhorta a la solidaridad interterritorial. Un Gobierno sin estabilidad política ni presupuestaria no está en condiciones de afrontar la reforma de la financiación autonómica, y mucho menos si es a costa de mutilar la igualdad.
