NotMid 06/11/2025
IberoAmérica
Jeanine Áñez ha abandonado el penal de Miraflores este jueves, tras casi cinco años de prisión y 24 horas después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anulase la condena a 10 años de cárcel por los sucesos de 2019.
“Una injusticia terrible, jamás hubo un golpe de Estado”, repitió en libertad la ex mandataria, quien ha insistido en el mismo argumento que la ha acompañado en los años de calvario: “Lo que hubo fue un fraude electoral que nos llevó a los bolivianos a reclamar”.
Con la bandera boliviana en la mano derecha y saludando a sus simpatizantes con la izquierda, Áñez se convirtió en la última opositora castigada con cárcel en recuperar la libertad. Los otros dos, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el líder ciudadano de Potosí, Marco Pumari, fueron excarcelados hace semanas.
Liberación y el Nuevo Presidente
La liberación de Áñez sucede 48 horas antes de que el centrista Rodrigo Paz se juramente como nuevo presidente y principal líder del cambio de era política en Bolivia, tras dos décadas de poder del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Fue precisamente el oficialismo saliente el que buscó el encarcelamiento de los tres opositores, en especial Áñez, con el objetivo de justificar el supuesto golpe de Estado contra Evo Morales y mantener vivo su relato revolucionario.
La acusación contra la ex presidenta buscaba exculpar a Morales, quien encabezó un intento de fraude electoral en las elecciones presidenciales de ese año y fue forzado a dimitir y a exiliarse por la presión de militares, policías y distintos cargos del Estado. La Organización de Estados Americanos (OEA) descubrió y probó cómo desde el MAS se intentó que Morales asumiera la presidencia sin pasar por la segunda vuelta electoral.
Las Críticas de Evo Morales
La dirigente derechista presidió Bolivia durante un año, hasta que las presidenciales de 2020 devolvieron el poder al MAS, encabezado por Luis Arce. Con el paso de los meses, el sucesor de Evo y el propio expresidente iniciaron una guerra fratricida que precipitó la derrota electoral del pasado agosto.
La decisión judicial ha levantado críticas entre los ahora derrotados, en especial el propio Evo Morales. “No busco la impunidad. Quiero justicia. Soy víctima desde hace tiempo de una brutal persecución política, guerra judicial, proscripción electoral, difamación e insultos“, se defendió Morales, quien continúa en libertad pese a estar en búsqueda y captura desde el año pasado.
Agencias
