El régimen chino advierte que impedirá la transferencia de más de 40 terminales marítimas, incluidos dos en el Canal de Panamá, si su naviera estatal Cosco no obtiene participación en la operación
NotMid 17/07/2025
ASIA
No es la primera vez que Beijing utiliza su poder para influir en las rutas comerciales del mundo. En 2014, el régimen chino ya frustró la formación de una poderosa alianza naviera entre Maersk, MSC y CMA CGM, una maniobra que ilustró su capacidad para intervenir en operaciones internacionales cuando percibe riesgos para sus intereses estratégicos.
Ahora, China vuelve a la carga con una amenaza aún mayor: bloquear la transferencia de más de 40 puertos marítimos, incluidos dos cruciales en el Canal de Panamá, a inversores occidentales. La condición es simple: su naviera estatal, Cosco, debe obtener una participación en el acuerdo.
El centro de la disputa es una operación multimillonaria, valorada en casi 23.000 millones de dólares, para la venta de los puertos propiedad de CK Hutchison, con sede en Hong Kong. Los compradores, BlackRock y Mediterranean Shipping Co. (MSC), alcanzaron un acuerdo preliminar en marzo, pero ahora enfrentan el obstáculo chino.
Según fuentes cercanas a las negociaciones citadas por The Wall Street Journal, China exige que Cosco se convierta en socio y accionista en igualdad de condiciones con BlackRock y MSC. Aunque las partes occidentales han mostrado disposición a incluir a Cosco, el acuerdo no podrá concretarse hasta que termine el periodo de exclusividad vigente el 27 de julio.

FOTO DE ARCHIVO: Un camión pasa junto a contenedores de Cosco y China Shipping en el puerto de Miami, en Miami, Florida (Reuters)
Una venta que desata tensiones geopolíticas
La posible entrada de una empresa china en los puertos panameños podría generar una escalada de tensiones con Estados Unidos. El expresidente Donald Trump ha manifestado públicamente su rechazo a la presencia de Hutchison en el Canal de Panamá, e incluso ha amenazado con tomar el control de esta vía interoceánica vital.
La propia decisión de Hutchison de vender sus activos provocó un gran descontento en Beijing. De hecho, el gobierno chino ordenó a sus empresas estatales congelar cualquier acuerdo futuro con Hutchison o con otras compañías vinculadas a la familia del magnate hongkonés Li Ka-shing.
La fricción se ha intensificado en el contexto de la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos. Durante las negociaciones bilaterales celebradas en Suiza en mayo, representantes chinos plantearon explícitamente la necesidad de que su país participe en la operación. Funcionarios chinos han sido directos, advirtiendo a BlackRock, MSC y Hutchison que, si Cosco es excluida, China tomará medidas contundentes para bloquear la venta.
El Ministerio de Comercio de China ya ha utilizado en el pasado su derecho a revisar fusiones internacionales, exigiendo modificaciones que a menudo responden a intereses políticos. En el caso actual, la influencia de China es considerable: BlackRock y Hutchison tienen importantes intereses comerciales en territorio chino, y MSC es uno de los principales transportistas de las exportaciones chinas a nivel mundial. Esto le da a Beijing un gran poder de negociación para forzar su voluntad en el tablero global.
Agencias