Las exportaciones de productos españoles han aumentado un 4,3% durante el último año y que las empresas chinas están cooperando con España en muchos proyectos energéticos y medioambientales
NotMid 10/04/2025
ASIA
En Pekín, un día antes de que Pedro Sánchez sea recibido en la capital de la superpotencia asiática por su homólogo chino Xi Jinping, en la rueda de prensa diaria del portavoz del Ministerio de Exteriores ha habido espacio para presumir de las buenas relaciones que China mantiene con España. Comentarios que han venido a cuento de una pregunta sobre las críticas que lanzó el miércoles el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, que aseguró que un acercamiento del Gobierno español al régimen chino sería “como cortarse el cuello”.
Lin Jian, el portavoz chino, respondió que, cuando se trata de “cortar cuellos”, es EEUU quien ha estado usando aranceles para amenazar y extorsionar al mundo. “Eso es un intento de estrangular el desarrollo de otros países y obligarlos, ante su intimidación, a hacer concesiones ante su intimidación”, manifestó Lin, queriendo también destacar que las exportaciones de productos españoles han aumentado un 4,3% durante el último año y que las empresas chinas están cooperando con España en muchos proyectos energéticos y medioambientales.
Este jueves, desde Pekín también han lanzado un llamamiento a una mayor cooperación con la Unión Europea. Los medios estatales, que han recordado la inminente visita de Sánchez como síntoma de que hay países europeos que buscan estrechar lazos con China frente a la guerra arancelaria de Donald Trump, han desvelado que el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, mantuvo una reunión por videoconferencia con representantes de la UE. “Estos esfuerzos de la UE y sus estados miembros para fortalecer el compromiso con China en medio de la tormenta arancelaria global han enviado una señal positiva”, rezaba una nota de la agencia estatal Xinhua.
China, después de contratacar el miércoles subiendo los aranceles a EEUU al 84%, este jueves ha evitado otro intercambio de golpes a pesar de que Trump anunciara un nuevo aumento de los gravámenes a las importaciones de productos chinos del 125%. Esto lo hacía después de ceder a la presión de los mercados, concediendo una tregua parcial de 90 días que dejaba en suspenso los llamados “aranceles recíprocos” al resto de países.
Ahora, la guerra comercial pone todo el foco en la pelea entre Washington y Pekín. Las relaciones más importantes del mundo, las que engloban a la primera y la segunda potencia mundial, están atravesando por un momento crítico. Tanto que, el miércoles, las autoridades chinas emitieron dos advertencias a sus ciudadanos sobre los riesgos de viajar a EEUU. “Debido al deterioro de las relaciones comerciales y la situación de seguridad interna en EEUU, el Ministerio de Cultura y Turismo recuerda a los turistas chinos que evalúen completamente los riesgos de viajar a Estados Unidos en estos momentos”, señalaba el comunicado.
“La postura de China es clara y coherente. Si EEUU desea dialogar, nuestra puerta siempre permanece abierta, pero el diálogo debe basarse en el respeto mutuo y la igualdad. Si EEUU desea luchar, nuestra respuesta será firme. La presión, las amenazas y la coerción no son la forma correcta de tratar con China”, respondió con contundencia hace unas horas He Yongqian, portavoz del Ministerio de Comercio chino.
Estos últimos días, en las redes sociales chinas, a diferencia de otras trifulcas internacionales, el habitual sistema de vituperio que impera en el gigante asiático ha dado vía libre a la ola nacionalista para criticar con dureza a Trump, mientras que sí se han censurado algunas publicaciones de empresas locales que mostraban su preocupación por el duro impacto que tendrían los aranceles en el país.
“El presidente Xi Jinping vivió en una cueva desde que tenía 15 años hasta que tenía 23 años. Donald Trump, ¿estás seguro de que quieres jugar a este juego de la gallina reponedora?”, decía uno de los comentarios más populares en Weibo, el equivalente a X, en referencia a la época en la que el líder chino fue enviado al campo a aprender el oficio de campesino durante las campañas de reeducación de Mao Zedong.
“Estados Unidos, impulsado por su propio interés, ha utilizado los aranceles como arma para ejercer una presión extrema y obtener beneficios egoístas. Esto vulnera gravemente los derechos e intereses legítimos de todos los países, viola las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), perjudica el sistema multilateral de comercio basado en normas y socava la estabilidad del orden económico mundial”, continuaba el portavoz de Exteriores durante su comparecencia.
Los voceros de Pekín vuelven a enviar a Donald Trump un mensaje muy claro: si Estados Unidos sigue apretando en su guerra arancelaria, China continuará respondiendo con la misma determinación.
Agencias