El presidente ucraniano confirmó su disposición a reunirse con su homólogo ruso, luego de que Donald Trump y aliados de la Unión Europea discutieran garantías de seguridad para Kiev ante las agresiones del Kremlin
NotMid 19/08/2025
MUNDO
En un giro inesperado que podría redefinir el curso del conflicto en Ucrania, las negociaciones para un encuentro directo entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y su homólogo ruso Vladímir Putin han cobrado un impulso decisivo. Este avance diplomático, que muchos consideraban improbable, ha sido catalizado por la mediación del presidente Donald Trump y el respaldo de varios líderes europeos. Si la cumbre se materializa, marcará un hito histórico, siendo el primer encuentro cara a cara entre ambos líderes desde el inicio de la invasión hace casi tres años y medio.
El anuncio de los preparativos para la cumbre se produjo tras una serie de reuniones de alto nivel en la Casa Blanca. Al concluir los diálogos con Zelenski y jefes de Estado europeos, el presidente Trump usó su plataforma Truth Social para revelar la noticia: “Al concluir las reuniones, llamé al presidente Putin e inicié los preparativos para una reunión, en un lugar por determinar, entre el presidente Putin y el presidente Zelenski”. Este mensaje no solo confirmó el rol activo de Estados Unidos en la mediación, sino que también abrió la puerta a una reunión trilateral posterior, un formato que busca involucrar a las tres partes principales en la búsqueda de una solución duradera.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte (REUTERS/Al Drago)
La respuesta de Moscú no se hizo esperar. El canciller alemán Friedrich Merz, presente en las conversaciones, indicó que Putin habría aceptado la reunión “en las dos próximas semanas”. Esta información fue corroborada por un consejero diplomático del Kremlin, quien confirmó la disposición del líder ruso a sentarse a la mesa de negociaciones. Estas señales representan un cambio significativo después de meses de estancamiento militar y diplomático.
Un componente crucial de las negociaciones, y uno de los principales incentivos para Ucrania, ha sido el tema de las garantías de seguridad. Zelenski calificó su reunión con Trump como “la mejor de nuestros encuentros”, destacando que pudo presentar un análisis detallado de la situación en el campo de batalla a sus colegas estadounidenses. Según los informes, varios países europeos asumirán la responsabilidad de estas garantías, con Estados Unidos en un rol de coordinación clave. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, confirmó que este fue uno de los temas centrales del debate, subrayando el compromiso de Occidente de asegurar la defensa a largo plazo de Ucrania.

El presidente ucraniano confirmó su disposición a reunirse con su homólogo ruso, luego de que Donald Trump y aliados de la Unión Europea discutieran garantías de seguridad para Kiev ante las agresiones del Kremlin (REUTERS/Kevin Lamarque)
El Financial Times añadió un elemento económico a la ecuación, informando que Ucrania se ha comprometido a adquirir armamento estadounidense valorado en 100 mil millones de dólares, con financiación europea. Este acuerdo de compra masiva, a cambio de las garantías de seguridad, subraya la interconexión entre la defensa militar y la diplomacia. Además, el presidente francés Emmanuel Macron insistió en que un pilar fundamental de las garantías es mantener un ejército ucraniano “robusto” que pueda disuadir cualquier futura agresión rusa.
Sin embargo, la hoja de ruta hacia la paz no está exenta de desafíos. Uno de los temas más polémicos que podría discutirse es el de los intercambios territoriales. Aunque Zelenski y los líderes europeos han rechazado categóricamente la cesión de territorio, Trump ha sugerido que Ucrania podría considerar renunciar a Crimea y ceder parte del Donbás. Esta propuesta, equiparada por Merz con la improbable cesión de Florida por parte de Estados Unidos, revela las incompatibilidades que aún persisten. A pesar de estas diferencias, la disposición de Zelenski a reunirse con Putin, respaldada por el apoyo de Estados Unidos y Europa, abre una ventana de oportunidad sin precedentes para un diálogo directo que podría poner fin al conflicto y sentar las bases para una paz duradera.