El ex primer ministro británico es alzado como el ‘administrador’ occidental para implementar la paz en la Franja
NotMid 01/10/2025
MUNDO
El Negocio de los Contactos: Un Millón por Tres Horas
La reinserción profesional de Tony Blair tras dejar Downing Street es un estudio de caso sobre cómo monetizar el poder político. En septiembre de 2012, el ex primer ministro británico demostró ser un “conseguidor” de élite al cobrar el equivalente a un millón de dólares por una reunión de tres horas en el hotel Claridge de Londres.
Su tarea: arbitrar una megatransacción corporativa. Blair convenció al jeque Hamad bin Jassim Al Thani (entonces primer ministro de Qatar) para que aceptara un precio menor y a Ivan Glasenberg (CEO de Glencore) para que subiera su oferta por las acciones de la minera Xstrata. Gracias a la intervención de Blair, Qatar se embolsó el equivalente a casi 6.000 millones de euros, y Glencore completó la adquisición.
Aunque su tarifa (que hoy ajustada a la inflación sería de unos 1.2 millones de euros) palidecía junto a las fortunas de Al Thani y Glasenberg, Blair demostró que los contactos son el verdadero capital. Al igual que Mick Jagger, su ídolo de juventud, Blair ha logrado que sus honorarios por reunión superen lo que una Stone cobra por concierto, confirmando que los “viejos rockeros” políticos también saben cómo reinventarse.

Tony Blair en el número 10 de Downing Street.EFE
La Reinserción Permanente: Polémicas y Diplomacia Privada
A sus 72 años, el ex líder laborista ha navegado una carrera post-premier llena de títulos ambiguos: ¿Estadista? ¿Activista? ¿Lobista? ¿Conseguidor? Su apodo de juventud, “Teflón Tony”—por el material ignífugo de las sartenes—, sigue vigente, ya que las controversias nunca han conseguido “quemarlo” profesionalmente.
- Contratos Opacos: Un caso notable fue su intento, a cambio de 40 millones de dólares, de conseguir el Premio Nobel de la Paz para el dictador de Kazajistán, Nursultán Nazarbayev. Continuó el contrato incluso después de que las fuerzas del orden kazajas asesinaran a tiros a sindicalistas, demostrando que los escándalos no afectan su agenda.
- El Cuarteto de Oriente Próximo: Tras dejar el cargo en 2007, Blair fue enviado especial del llamado “Cuarteto” (EE. UU., UE, Rusia y la ONU) para la paz en Gaza y Cisjordania. Aunque logró algunas mejoras económicas, su rol fue criticado por haber sido el principal aliado de EE. UU. en la desastrosa invasión de Irak, un conflicto que lo debilitó en casa y forzó su salida del Gobierno.

George W. Bush y Blair, en Washington.EFE
El Proyecto más Ambicioso: ‘Virrey’ de Gaza
Ahora, Blair se embarca en su proyecto más ambicioso y polémico: ser miembro del “Comité de Paz” para la Gaza de posguerra, un plan impulsado por Donald Trump y Benjamin Netanyahu que aún depende de la aprobación del grupo terrorista Hamás.
El Comité, y sus implicaciones:
- Composición Cuestionable: Blair es, por ahora, el único miembro junto a Trump. Los posibles candidatos propuestos (empresarios judíos y coptos, y el rabino Aryeh Lightstone, artífice de los Acuerdos de Abraham) carecen de representación palestina o musulmana.
- Apoyo Estratégico: Su presencia cuenta con el respaldo de Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, todos interesados en la derrota definitiva de Hamás, grupo respaldado por su enemigo regional, Irán.
- Controversia Extrema: El diario Financial Times reveló que el Instituto Tony Blair para el Cambio Mundial (TBI) colaboró con la consultora Boston Consulting Group en un plan que proponía una “limpieza étnica” de Gaza, incluyendo la propuesta de reubicar parte de la población palestina en Somalia, un país a 3.000 kilómetros y plagado de violencia.
El destino de Gaza, devastada por el conflicto, depende de un plan cuyo diseño ya genera controversia. El precedente histórico no es alentador: el último “administrador” occidental de un país árabe, el estadounidense Paul Bremer en Irak (2003-2004), destruyó lo que quedaba del Estado iraquí con su gestión.
Para los habitantes de Gaza, y para la paz en Oriente Próximo, el éxito de Tony Blair es imperativo. Con su habilidad para salir ileso de cualquier polémica, “Teflón Tony” afronta el desafío que definirá su legado final.
Agencias