NotMid 03/06/2024
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Nogueras y Puchi me recuerdan a Laporta y el Barça, que presumen de inventar el fútbol, pero llevan 20 años pagando a los árbitros. Una cosa es que no estén en Segunda, como merecen, y otra que tengamos que creer que pagaron 1.200 millones de pesetas para “equilibrar el saldo arbitral”, cuando ese saldo demuestra que los negreiras cumplieron todo lo cobrado. El separatismo catalán es igual: lleva décadas esquilmando a los españoles, pero ha convertido en ley, la de Amnistía, que los esquilmados son ellos.
Ese nacionalismo xenófobo, cuyo escaparate internacional eran el Barça y Guardiola, portavoz del terrorista Tsunami Democrátic, perpetró un golpe de Estado en 2017, aprovechando el dinero de España y la cobardía de Rajoy, pero no fue capaz de resistir medio minuto en su republiqueta. Sólo la traición de Sánchez les ha dado ley que, cuando el Felón se atreva a subirla el BOE, hará oficial la mentira de su heroísmo. Pero dice la portavoz del héroe del maletero: “esta ley no es clemencia, es victoria”. De victoria, nada. Como todos los carroñeros separatistas, de la ETA a Junts, no podéis presumir de lo que conquistáis, sino de lo que os dan. Puchi fue más realista que su tiburona: “Hemos sabido aprovechar las oportunidades”.
Pero es una oportunidad cogida por los pelos, que arrejunta a cuatro derrotados en las generales: PSOE, Sumar, Esquerra… y Junts. Tanto la pareja del Gobierno, que no se soporta, como la que se odia del golpismo perdieron votos. Sánchez fue derrotado por Feijóo; y ERC y Junts fueron aplastados por el nacionalismo eunuco de Illa.
Dos debilidades, a veces, hacen una fortaleza, como cuando PSOE y Podemos unieron sus fracasos y aprovecharon la traición a sus bases de Arrimadas, en las mociones de censura, y del PP de Casado y Teodoro cuando quisieron liquidar a Ayuso, y poner al PP como felpudo de Sánchez. Pero Ayuso resistió, el PP renació, Ciudadanos expiró y Vox, aunque a la baja, se mantuvo. La derecha resistió.
Cuatro partidos o bandas se han aliado contra España, pero sin proyecto, sin legalidad que los ampare y sin más plan que resistir como sea o rapiñar lo que puedan, mientras llegan los jueces. Porque, al final, la Ley de Amnistía -el golpe de Sánchez- está a merced de un juez dispuesto a hacer lo que tiene que hacer. Como el Real Madrid en Europa: resistir y vencer.