NotMid 10/10/2025
DEPORTES
En el mundo del fútbol, donde la pasión y la rivalidad van de la mano con la integridad deportiva, pocos escándalos han generado tanto revuelo como el conocido como “Caso Negreira”.
Dos años y medio después de que estallara en la prensa, esta investigación por presunta corrupción deportiva continúa sin resolverse, manteniendo en vilo al FC Barcelona, a sus aficionados y al ecosistema del fútbol español.
Lo que comenzó como una inspección fiscal rutinaria ha derivado en un laberinto de pagos millonarios, declaraciones controvertidas y prórrogas judiciales que parecen no tener fin.
En este artículo, desglosamos los hechos clave, el desarrollo cronológico y las implicaciones de un caso que podría redefinir la confianza en las instituciones arbitrales.
Caso Negreira: El documental final (Créditos: Futbolgate)
Los orígenes: Pagos en la sombra (2001-2018)
El núcleo del caso radica en una serie de transferencias financieras que el FC Barcelona realizó a empresas ligadas a José María Enríquez Negreira, un exárbitro profesional y vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) entre 1994 y 2018.
Según la Agencia Tributaria, el club abonó 7,5 millones de euros a sociedades como Dasnil 95 SL, Nilsad SCP y Soccercam durante 17 años, desde 2001 hasta 2018.
Estos pagos se justificaron oficialmente como “asesoramiento técnico arbitral” y “informes sobre el rendimiento de los colegiados”, pero las autoridades sospechan que podrían haber influido en decisiones arbitrales para beneficiar al Barcelona en competiciones oficiales.
Negreira, nacido en Barcelona en 1945 y debutante en LaLiga en la temporada 1979-80, ocupaba un cargo de influencia clave en el CTA cuando se produjeron estos movimientos. El club, por su parte, siempre ha defendido que los contratos eran legítimos y que Negreira actuaba como consultor externo, sin capacidad para manipular designaciones arbitrales.
Sin embargo, una inspección de Hacienda entre 2015 y 2018 detectó irregularidades en la tributación de estas facturas, con conceptos genéricos como “servicios de asesoramiento” que levantaron sospechas. La Agencia Tributaria trasladó el expediente a la Fiscalía en febrero de 2023, iniciando así la tormenta judicial.

El estallido:
De la denuncia a la fase de instrucción
El 15 de febrero de 2023, la Cadena SER destapó el caso, revelando pagos de 1,4 millones de euros solo en los últimos tres años de la relación (2016-2018), cuando Negreira aún estaba en activo en el CTA.
Un mes después, el 10 de marzo, la Fiscalía presentó una denuncia formal contra el FC Barcelona, sus expresidentes Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, y el propio Negreira, por delitos de corrupción deportiva, cohecho y administración desleal.
La acusación principal: que los pagos buscaban “favorecer al club en la toma de decisiones de los árbitros” durante los partidos.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, bajo la magistrada Alejandra Gil (tras la jubilación del juez Joaquín Aguirre en enero de 2025), asumió la investigación.
Rápidamente, se personaron como acusación popular el Real Madrid, LaLiga y la RFEF, lo que intensificó la dimensión de rivalidad futbolística.

En mayo de 2024, un revés importante:
la Audiencia de Barcelona desestimó el delito de cohecho, al no considerar a Negreira un “funcionario público”, pero mantuvo la pesquisa por corrupción deportiva.
La Guardia Civil ha sido clave en las indagaciones, interrogando a 21 árbitros que coincidieron con Negreira. Todos negaron influencia en sus decisiones, aunque admitieron que los pagos podrían haber intentado generar “beneficios deportivos”
Además, se descubrió una carta de febrero de 2019 en la que Negreira amenazaba con revelar “actividades ilegales” del Barcelona tras el fin de su contrato, lo que añade un matiz de chantaje.
Desarrollos clave:
Declaraciones y giros inesperados
El caso ha avanzado a paso lento, con múltiples prórrogas (la cuarta en junio de 2025) para recabar pruebas.
La Fiscalía ha avalado estas extensiones, rechazando argumentos de las defensas que alegaban plazos vencidos.
En septiembre de 2025, se produjeron declaraciones explosivas en el Juzgado de Barcelona:
Javier Enríquez, hijo de Negreira:
El joven, quien supuestamente elaboraba los informes arbitrales, contradijo la versión del presidente blaugrana Joan Laporta. Afirmó que los 7,5 millones no se correspondían con su trabajo (por el que solo cobró 70.000 euros) y que se “disgustó” al descubrir las comisiones millonarias de su padre.
En un vídeo de su declaración, relató una bronca familiar: al confrontar a Negreira, este le espetó “¡A ti qué coño te importa!”
Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu:
Los expresidentes declararon el 18 de septiembre de 2025. Rosell defendió los pagos como “normales” y acusó al Real Madrid de dominar históricamente el CTA. Bartomeu, por su parte, se desligó de irregularidades, pero ambos están imputados por corrupción deportiva.
Otros implicados:
La pareja de Negreira, Ana Paula Rufas, se acogió al derecho a no declarar tras descubrirse 3 millones de euros retirados de sus cuentas.
Exdirectivos como Albert Soler y Òscar Grau también han sido interrogados, al igual que auditores del club por no alertar sobre los pagos.
Negreira padre, quien alegó demencia para evitar declarar, finalmente compareció pero con limitaciones cognitivas, según forenses.
La investigación se ha ramificado al “Barçagate”, un supuesto plan de descrédito contra rivales, vinculado a los pagos.
Implicaciones: ¿Culpa o conspiración?El Caso Negreira ha polarizado opiniones. Para los críticos, como el Real Madrid –que insiste en sanciones deportivas–, es una prueba de manipulación sistemática que “alteró la competición”
Laporta, imputado por pagos de 2008-2010, lo califica de “ataque de la caverna mediática” y una “estrategia de rivales”, respaldado por la asamblea de socios.
Algunos analistas, como Tatxo Benet de Mediapro, lo ven incluso como un “equilibrio” histórico frente a supuestas ventajas arbitrales del Madrid.
A nivel institucional, ha impulsado reformas: la RFEF planea un CEO para el CTA y el uso de IA en ascensos arbitrales.
Sin embargo, con la instrucción prorrogada hasta noviembre de 2025 y sin juicio a la vista, el caso podría extenderse indefinidamente.
Conclusión: Hacia un juicio o un archivo?
El Caso Negreira no es solo un asunto de dinero; es un espejo de los vicios del fútbol moderno: influencia, poder y desconfianza. Mientras el Barcelona lidia con multas potenciales de hasta 10 millones de euros solicitadas por la Fiscalía y posibles descensos deportivos, la justicia española busca pruebas concluyentes de que esos pagos torcieron la balanza arbitral.
Dos años después, el veredicto final sigue pendiente, pero una cosa es clara: este escándalo ha erosionado la fe en un deporte que se vende como el más justo del mundo.
Fuentes consultadas incluyen reportajes de Wikipedia, Marca, El País, El Mundo y otros medios actualizados a octubre de 2025.
Agencias