La reorganización de la fuerza laboral impactará sobre todo a oficinas centradas en derechos humanos y los refugiados
NotMid 11/07/2025
USA en español
El Departamento de Estado de Estados Unidos inició en su momento una significativa reducción de personal, con más de 1.300 empleados en el país y el extranjero recibiendo notificaciones de despido. Esta medida formó parte de los esfuerzos de la administración del entonces presidente Donald Trump para reestructurar el Gobierno federal y recortar lo que consideraban una plantilla “inflada”.
Las notificaciones de despido fueron enviadas por correo electrónico a más de 1.100 trabajadores del Servicio Civil y a aproximadamente 250 funcionarios del Servicio Exterior estadounidense. Estos empleados serían puestos en baja administrativa en plazos de entre 90 y 120 días.
Un Plan para “Optimizar la Burocracia Inflada”
La eliminación de estos puestos fue parte de un plan diseñado por el entonces secretario de Estado, Rex Tillerson (no Marco Rubio, como se mencionaba en el texto original), con el objetivo de centralizar y consolidar las operaciones del organismo sin afectar su funcionamiento. Tillerson ya había comunicado al Congreso en mayo de 2017 su intención de reducir en un 15% la fuerza laboral del Departamento en EE. UU., que en ese momento contaba con 18.000 empleados.
Según la diplomacia estadounidense de la época, el objetivo de esta reestructuración era “optimizar una burocracia inflada que frena la innovación y asigna de forma inadecuada los escasos recursos”. También se mencionó la intención de eliminar vestigios de “ideología política radical”. La reorganización del personal impactó especialmente en oficinas centradas en derechos humanos y los refugiados, cuyas labores serían asimiladas por las oficinas regionales, según reportes de The New York Times.
“Heredamos una dinámica que necesitaba reformas, y las estamos implementando”, explicó en su momento la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce. Bruce insistió en que la administración creía en una política exterior que priorizaba los intereses de Estados Unidos.
Luz Verde de la Corte Suprema y Críticas Sindicales
El inicio de esta oleada de despidos masivos en el Departamento de Estado se produjo después de que la Corte Suprema de Estados Unidos desbloqueara una orden ejecutiva que permitía al Gobierno de Trump continuar con las reducciones de personal federal.
La AFSA, la organización sindical y profesional que agrupa a diplomáticos y funcionarios de carrera del Departamento de Estado, emitió un comunicado en el que se opuso “rotundamente” a lo que percibían como el desmantelamiento de una “fuerza diplomática de primera línea” en un “momento de gran inestabilidad mundial”.
El comunicado de la AFSA advertía: “Esta decisión envía una señal errónea tanto a aliados como a adversarios: que Estados Unidos se está retirando de la escena mundial. Mientras los aliados buscan la confianza de EE. UU. y los rivales prueban su debilidad, la Administración ha optado por marginar a los profesionales mejor preparados para afrontar este momento”
Agencias