La banca de inversiones urge a reformar la red eléctrica y más del 90% asume que habrá más apagones como el del lunes
NotMid 03/05/2025
EDITORIAL
La imprudente política del Gobierno hacia el sector privado energético, al que trata de poner en la diana mientras elude cualquier tipo de responsabilidad política, está generando importantes dudas. Los inversores internacionales consideran inevitable acometer un giro político en la gestión del mercado eléctrico, al tiempo que los españoles asumen casi unánimemente que pueden producirse más apagones como el del pasado lunes. La cerrazón del actual Ejecutivo a la hora de prolongar la vida de las nucleares y la deficiente inversión en la red eléctrica desde hace más de una década han llamado la atención de la banca de inversiones internacional, al tiempo que BlackRock, el fondo que era hasta ayer el segundo máximo accionista de Redeia -la matriz de Red Eléctrica Española (REE)- ha reducido su exposición a la compañía, que ha acumulado un 7% de caída en Bolsa durante esta semana por el temor a indemnizaciones millonarias.
Como informamos hoy en nuestro Primer plano, grandes consultoras financieras como Goldman Sachs, Kepler, Barclays o Morningstar han avisado a sus clientes de que la red española está anticuada, precisa grandes inversiones y no está lista para asumir una carga creciente de energías renovables, imprescindibles para nuestro mercado energético pero más inestables que las nucleares, el ciclo combinado o las hidroeléctricas.
El análisis de los inversores apunta a que el lunes se produjeron graves problemas de estabilidad en la red, un riesgo que la propia REE -cuyo socio mayoritario es la Sepi, adscrita al Ministerio de Hacienda- había identificado meses atrás. Sin embargo, el Gobierno se ha embarcado en un ejercicio de búsqueda de responsables en el sector privado, enviando personal de varios ministerios e incluso del CNI a las empresas, que nunca se han negado a ofrecer la máxima transparencia. Ayer mismo, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló a los «intereses distintos» de los operadores del sistema eléctrico, incidiendo en la estrategia de Pedro Sánchez de sembrar recelos hacia las eléctricas. Una vez más, el Gobierno intenta armar un relato a su medida, en lugar de hacer autocrítica, exigir responsabilidades políticas y actualizar la estrategia energética para que España no vuelva a quedarse a ciegas.
La percepción de la ciudadanía, sin embargo, es que volveremos a sufrir un gran apagón casi con toda seguridad. Según la encuesta de Sigma Dos que publicamos hoy, el 91,3% de la población cree que se repetirá un incidente tan grave como el del lunes, frente al 8,7% restante que piensa que no ocurrirá. Mensajes como el de la presidenta de REE, Beatriz Corredor, o la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, que han celebrado la robustez del sistema español y han defendido que se trató de un incidente aislado, no han logrado convencer a la población. Incluso entre los votantes socialistas, donde el porcentaje es ligeramente menor, todavía hay un abrumador 83,8% que piensa que podría repetirse el apagón. Una realidad que debería obligar al Gobierno a abandonar su dogmatismo y encarar reformas.