NotMid 08/11/2025
Ciencia y Tecnología
China ha declarado la longevidad como un proyecto nacional, respaldado por inversiones multimillonarias y un renovado interés político y social por extender drásticamente la vida humana. El impulso estatal y la proliferación de start-ups biotecnológicas han transformado la búsqueda de la vida eterna en un sector legítimo y lucrativo, con laboratorios, “islas de la inmortalidad” y píldoras antienvejecimiento compitiendo por liderar el futuro de la salud.
La seriedad de esta apuesta se reflejó cuando el propio Xi Jinping y Vladimir Putin abordaron públicamente la posibilidad de que los humanos puedan alcanzar los 150 años de vida.
La Rápida Ascensión Científica China
El auge del sector está marcado por la inyección de miles de millones de dólares del gobierno chino, con el objetivo de igualar y superar a Occidente en biotecnología e IA.
Vadim Gladyshev, profesor de la Harvard Medical School y pionero en longevidad, destacó la vertiginosa mejora china:
“Han mejorado muy rápidamente. Hace unos años, aquí no había nada y Occidente todavía estaba muy por delante… están alcanzando rápidamente a sus pares internacionales.”
El Negocio de la Eterna Juventud: Píldoras e “Islas”
El dinamismo del sector se ilustra con proyectos emblemáticos:
- Lonvi Biosciences (Shenzhen): Desarrolla píldoras antienvejecimiento basadas en el procyanidin C1 (PCC1), un compuesto extraído de la semilla de uva. La compañía se apoya en un estudio de Nature Metabolism (pese a sus posteriores “errores en los datos”) que sugería que el PCC1 eliminaba células envejecidas. Lyu Qinghua, director de tecnología, afirma categóricamente: “Vivir hasta los 150 años es definitivamente realista”.
- SuperiorMed (Chengdu): Gestiona lo que describe como el mayor “hospital de longevidad” del mundo y promociona el concepto de “islas de la inmortalidad”, proyectos de lujo orientados a la prevención y el bienestar de las élites.
- Time Pie (Shanghái): Pasó de vender suplementos a organizar grandes conferencias científicas, reflejando que la longevidad ya no es solo interés de los “estadounidenses ricos”, sino que “muchos chinos están interesados y tienen el dinero” para prolongar sus vidas.

Durante su encuentro del pasado 2 de septiembre en Beijing, Xi Jinping y Putin dialogaron sobre la posibilidad de alcanzar los 150 años de vida (Sputnik/Alexander Kazakov/Pool via REUTERS)
De Qin Shi Huang a los Líderes del Partido: Una Búsqueda Milenaria
El interés por el “elixir de la vida” tiene profundas raíces históricas en China, que se remontan al primer emperador, Qin Shi Huang. Aunque él murió a los 49 años, la fascinación persiste, y hoy está ligada a la política de élite.
La conversación censurada entre Xi Jinping y Putin sobre los 150 años, sumada a la existencia de proyectos como el “981 Leaders’ Health Project” (vinculado a un hospital militar de élite en Beijing), sugiere que la extensión de la vida de los altos funcionarios es un objetivo real, con el supuesto de que su esperanza de vida ya supera a la de otros líderes mundiales.
El crecimiento económico también ha masificado este interés: la población general se vuelca en eventos donde se ofrecen desde cremas y goji hasta cabinas criogénicas a $-129^{\circ}\text{C}$ (Rlab) y dispositivos hiperbáricos.

Los tratamientos antienvejecimiento impulsados por China también generan fuertes debates (Gamila Secret)
El Escepticismo de la Ciencia: Entre la Promesa y la Realidad
A pesar del entusiasmo, el sector convive con el escepticismo de la comunidad científica:
- Steve Horvath, creador del primer “reloj de envejecimiento” basado en biomarcadores, es rotundo: “Nadie serio habla de inmortalidad en las conferencias científicas porque es absurdo”.
- David Barzilai advierte: “Lo que funciona en ratones a menudo decepciona en humanos”. El desafío, subraya, es que China “está tomando cada vez más en serio la biología del envejecimiento… pero la intención científica fuerte no garantiza rigor ni éxito en la aplicación”.
Mientras el Buck Institute de Stanford planea iniciar pruebas para validar los hallazgos de Lonvi (con el compuesto PCC1), la industria china sigue creciendo, impulsada por la demanda y la visión de que, al igual que el mítico Qin Shi Huang, las nuevas élites buscan desafiar los límites de la vida.
Agencias
