De los dos pistoleros del grupo de siete al que encargaron el asesinato, uno fue abatido y el otro, que se supone que los reclutó en Cali, su ciudad, está entre los detenidos. Se apoda Hito, tiene 19, ya sabía lo que es matar y ya había pisado una cárcel de menores de nombre Buen Pastor. “Desde pequeño fue un niño sicario”, nos confirman en Colombia
NotMid 22/08/2023
IberoAmérica
Cae la tarde en Quito. Es miércoles, 9 de agosto de 2023, y durante minutos que se sintieron eternos los disparos no dejaron de sonar en la avenida Gaspar de Villaroel, en el norte de la ciudad. Alias Hito está allí cerca del vehículo que recibió nueve marcas de balas, algunas provenientes del arma que acababa de disparar. El niño sicario –de apenas 19 años– estaba vivo aunque sabía que era, probablemente, una misión suicida. Se había librado y logrado escapar.
Su compañero, el otro presunto pistolero no corrió con la misma suerte. Tras el ataque quedó muy malherido y custodiado por agentes de la Policía Nacional. Por la noche, la Fiscalía General del Estado, a cuyas instalaciones lo trasladaron, confirmaba su muerte en los pasillos de la Unidad de Flagrancia.
Mezclados entre la multitud de seguidores del candidato Fernando Villavicencio, el blanco de ese encargo, los dos pistoleros podrían haber parecido totalmente inofensivos. Todavía con caras de críos. El delincuente que quedó malherido, incluso, se enfundó una camiseta blanca con los motivos de la Lista 25, del Movimiento Construye, para camuflarse entre los simpatizantes.
Esta es la historia del par de niños sicarios autores del tiroteo que acabó con la vida del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Y del plan que junto a otros cinco sospechosos -todos colombianos- siguieron para asesinarlo.
ANTECEDENTES DESDE TEMPRANA EDAD
No era su primera vez delinquiendo. De hecho, Hito, cuyo nombre real es José Neider López Hitas, empezó a acumular antecedentes desde temprana edad. Apenas el año pasado, cuando todavía era menor de edad, estuvo recluido en el Centro de Formación Juvenil Buen Pastor (una cárcel de menores). Una pena que cumplió por intento de homicidio. Meses después, en febrero de este año, fue detenido en Manizales por porte ilegal de armas.
Alain Luna, director de investigaciones de la Policía Nacional de Ecuador, fue el encargado de revelar la identidad de los sospechosos y sus respectivos historiales en una rueda de prensa. Aunque indicó que López Hitas, oriundo de Cali, no registra antecedentes ni en Ecuador ni en Colombia, Crónica pudo confirmar que Hito tiene un amplio historial delictivo pese a su corta edad y que se trataría de un «niño sicario».
Sobre el otro pistolero se conoce mucho menos. Luna afirmó que hay indicios para creer que se trata del presunto victimario. El autor del disparo que hirió a Villavicencio en la cabeza y que le ocasionó la muerte, según la autopsia. Sin precisar la edad, aunque por las fotos que circularon en redes tras su deceso se evidencian sus jóvenes rasgos, mencionó que se llama Johan (o Jhojan) David Castillo López, también colombiano.
En principio, detalló Luna, el asesino no registra antecedentes en su país natal, pero sí en Ecuador. El pasado 17 de junio lo detuvieron, junto a otro hombre (Fernando Ch., no relacionado con el crimen del candidato) por tenencia y porte de armas. «Se le aplicó medidas sustitutivas» y debía presentarse el 4 de agosto ante la autoridad. No lo hizo, así que tenía una orden de prisión preventiva en su contra.

“ESPECIE DE KAMIKAZES”
Es lo único que se conoce sobre Castillo. Se trata, eso sí, de asesinos profesionales vinculados con grupos de crimen organizado. Una fuente policial de alto rango dijo al periódico ecuatoriano Extra que quienes dispararon son una «especie de kamikazes» porque tenían muy claro que había una gran posibilidad de perder la vida en un contraataque.
En este comando de sicarios cada uno tenía un papel y misión. Si Hito y Castillo fueron designados como los pistoleros, otros dos eran los conductores de las motos en las que debían escapar. La cámara de una panadería captó al par de criminales sentados en una mesa hasta que reciben una señal, se ponen sus cascos y salen rápidamente. El resto de los sospechosos probablemente vigilaban, ya que estaban en el mitin, encubiertos entre los simpatizantes del candidato.
Así lo afirmó Patricio Carrillo, candidato a asambleísta por el Movimiento Construye y que estuvo en el evento político previo a su muerte junto a Villavicencio. «Cuando revisamos los vídeos del mitin, los sicarios estaban al interior, a dos metros de cada uno de nosotros», aseguró en una entrevista que concedió a Teleamazonas el pasado 14 de agosto.
El resto de los sospechosos, salvo dos, tienen también un amplio historial delictivo. Entre los crímenes que constan en sus antecedentes están: tráfico y porte de armas y municiones, tráfico y porte de estupefacientes, recaptación, hurto agravado, secuestro extorsivo, robo y homicidio. Los nombres de los otros sicarios implicados son: Andrés Manuel Mosquera Ortiz (30 años y de Cali), Jules Osmin Castaño Alzato (40 años, de Florencia, en Caquetá), Camilo Andrés Romero Reyes (de Bogotá), Jhon Gregore Rodríguez Góngora (quien residía la mayor parte del tiempo en Ecuador), Adey Fernando García García (36 años, de Timbiquí).
PISTOLERO ¿Y CAPTADOR?
Tanto Hito como Mosquera residían en el barrio Potrero Grande de Cali. Este es parte del Distrito de Aguablanca, y que según los datos del Informe de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía, registra la mayoría de asesinatos en la ciudad. Hace algo más de dos semanas Hito estuvo allí y después se movió a Quito junto a dos de los sospechosos. Por esta razón, se investiga si además de pistolero también hizo de captador o reclutador de los demás implicados. Así, cerca de la mitad de los sicarios del comando salieron de la zona más peligrosa de la ciudad con más homicidios en Colombia y entre las urbes más peligrosas de Latinoamérica.
Las investigaciones apuntan a que hay uno o varios autores intelectuales del crimen. Al menos cuatro de los sospechosos fueron detenidos durante operativos realizados en varias zonas de Quito (San Bartolo, Guamaní y Conocoto). En sus guaridas encontraron un fusil, una subametralladora, cuatro pistolas, municiones y granadas. Después del allanamiento se conoció que una de las armas utilizadas en el crimen del candidato habría sido utilizada en un doble sicariato ocurrido en una peluquería en el sur de Quito.
Gracias a llamadas detectadas en los móviles decomisados durante los allanamientos se han establecido conexiones entre los investigados y tres políticos, cuyas identidades todavía no han trascendido. Carlos Figueroa, amigo cercano del candidato con quien compartió el exilio en la Amazonía, acusa en una entrevista a Plan V que el atentado contra Villavicencio fue financiado por la narcopolítica. La orden, «fue de muy arriba», asegura.
Fernando Villavicencio había sido amenazado en varias ocasiones. El periodista Christian Zurita, quien tomó la posta a su amigo y asumió la candidatura del Movimiento Construye, divulgó en un vídeo compartido en redes que cuando Villavicencio era asambleísta recibió amenazas de muerte de otros asambleístas del Partido Social Cristiano y del Movimiento Revolución Ciudadana. El partido comandado por su archienemigo, Rafael Correa. Mientras, el ex presidente afirmó en una entrevista con EFE que el atentado es un complot de la derecha para afectar a la aspirante del correísmo, Luisa González, y que estaría implicada también la policía.
Agencias