Por qué el mundo se ve igual en cualquier idioma
NotMid 27/07/2023
OPINIÓN
ARCADI ESPADA
Según la Unesco y el mainstream, las lenguas son patrimonio inmaterial de la Humanidad. Yo estoy de acuerdo siempre que se acentúe hasta que solo sea tilde el concepto inmaterial y el supuesto patrimonio sea pura e inútilmente metafísico. El lingüista John McWhorter, que escribe en el Times sobre asuntos de su especialidad, y que es autor de The Language Hoax, libro que no he podido leer y bien que lo lamento dado su excitante subtítulo: Por qué el mundo se ve igual en cualquier idioma, incluye unos datos reveladores en la más reciente de sus columnas. «Entre 1997 y 2008, el número de centros de enseñanza media estadounidenses que ofrecían lenguas extranjeras descendió del 75% al 58%. Entre 2009 y 2013, una universidad estadounidense cerró su programa de lenguas extranjeras; entre 2013 y 2017, otras 651 hicieron lo mismo. (…). A pesar de los sinceros y admirables esfuerzos de los profesores de lenguas extranjeras de todo el país, menos de uno de cada 100 estudiantes estadounidenses llega a dominar un idioma que aprendió en la escuela».
Son grandes noticias, como siempre que la realidad le arranca la máscara a la farsa. Naturalmente, a nadie se le ocurriría dejar de visitar catedrales, silenciar a Mozart o ignorar el bacalao al pilpil, auténticos patrimonios y extraordinariamente materiales de la Humanidad. El ejemplo americano indica que las personas aprenden lenguas y las tienen en consideración cuando las necesitan para sus estrictas necesidades comunicativas. Lo que no quiere decir, como señala el propio McWhorter, poniéndose como ejemplo, que no haya también un reducido número de fanáticos que se sientan atraídos por el desciframiento de códigos que supone el dominio de cualquier lengua, incluso muerta. Los americanos han dejado paulatinamente de estudiar lenguas en cuanto la extensión de la suya propia ha convertido el estudio en una pérdida de tiempo. Gracias al inglés y a la tecnología de la IA, que pone cualquier lengua al alcance de una conversación trivial -el 90% de las conversaciones y el 100% de las españolas-, la Humanidad no está lejos de la dulzura prebabélica.
¿Se habrían desarrollado las lenguas, se pregunta nuestro lingüista, si todo el mundo comprendiera y hablara una? Sí, le contesto. El mal existe y nunca deja de aprovechar sus oportunidades.