España y otros socios de la UE podrían impedir el retorno a Francia de algunos de ellos en la fórmula del “uno dentro, uno fuera”
NotMid 06/08/2025
EUROPA
Nigel Farage, líder de la formación antiinmigración Reform, ha emergido como una figura central en la política británica, capitalizando la frustración del electorado con la gestión de la inmigración. Con su partido encabezando las encuestas de intención de voto, Farage ha adoptado una estrategia de campaña provocadora bajo el lema “Britain is Lawless”, que asocia directamente la delincuencia con los solicitantes de asilo, particularmente de países predominantemente musulmanes.
Estrategia política y retórica de Farage:
- Apelación al miedo: La campaña de Farage se basa en la percepción de un país fuera de control, con fronteras porosas y un sistema legal laxo. Su retórica busca vincular la llegada de migrantes con un aumento de la inseguridad.
- Acciones de protesta: La participación en protestas frente a hoteles que alojan a refugiados no es solo un acto simbólico, sino una forma de movilizar a sus bases y generar visibilidad mediática. Estas acciones buscan presionar al gobierno y crear un ambiente de hostilidad hacia los inmigrantes.
- Críticas a las instituciones: La acusación de que la policía es cómplice de activistas antirracistas busca socavar la confianza en las instituciones del Estado y presentarse a sí mismo como el único defensor de la “gente común” frente a un sistema percibido como corrupto o sesgado.
El declive del Partido Conservador y la crisis de la derecha
El ascenso de Farage y su partido Reform se produce en un momento de crisis para el Partido Conservador, que sufrió una derrota histórica en las elecciones de 2024. La pérdida de dos tercios de sus diputados (de 365 a 121 escaños) es un reflejo del profundo descontento del electorado, que percibe que el partido no ha cumplido sus promesas, especialmente en materia de inmigración.
La posición de los ‘tories’ en la oposición:
- Frustración electoral: La incapacidad del Partido Conservador para controlar las fronteras, a pesar de haber prometido hacerlo tras el Brexit, ha sido un factor clave en su caída. El electorado, que votó por la salida de la Unión Europea en parte para recuperar el control sobre la política migratoria, se siente traicionado.
- Adopción de retóricas similares: Figuras como Robert Jenrick, exresponsable de inmigración y ahora portavoz de Justicia, han adoptado un discurso que se alinea con el de Farage, denunciando un “creciente volumen de pruebas” del vínculo entre migración y crimen, aunque sin presentar datos concretos. Esto sugiere que el Partido Conservador, en su intento por recuperar a los votantes perdidos, está cediendo a la presión de la agenda de Farage.
- Tácticas de confrontación: Los recientes brotes de violencia en las proximidades de hoteles de refugiados, en algunos casos relacionados con procesos judiciales abiertos por agresión sexual contra inmigrantes, están siendo utilizados por Farage y sus aliados para reforzar su narrativa. Este tipo de incidentes, aunque aislados, se presentan como prueba de un problema sistémico.
El impacto social y las implicaciones a largo plazo
La estrategia de Farage está teniendo un impacto significativo en el debate público. Al asociar la delincuencia con la migración, está legitimando un discurso que puede llevar a la polarización social y al aumento de la xenofobia. La situación se agrava con la falta de datos concretos que respalden sus afirmaciones, lo que puede dar lugar a la desinformación y a la estigmatización de comunidades enteras.
La irrupción de Reform y el declive del Partido Conservador sugieren una reconfiguración de la derecha política en el Reino Unido. Farage, que ha logrado finalmente un escaño en el Parlamento, tiene ahora una plataforma más sólida para influir en la agenda política. Su éxito podría obligar a los conservadores a adoptar posturas aún más duras en materia de inmigración para recuperar a su electorado, lo que a su vez podría alejar a los votantes más moderados y liberales. La división del voto de la derecha podría tener consecuencias impredecibles en futuras elecciones y en la dirección política del país.
Agencias
