Bélgica sigue mostrando sus reticencias y temores a que Putin arremeta contra el país, ya que la liquidez se encuentra en una compañía con sede en Bruselas. “No se hizo ni en la II Guerra Mundial”, avisa
NotMid 23/10/2025
EUROPA
Los líderes de la Unión Europea han dado a la Comisión el mandato para que avance en el uso de cerca de 180.000 millones de euros en activos rusos congelados. El avance ha sido cauteloso, plasmado en un texto final muy diluido, pero supone un paso fundamental para que el Ejecutivo comunitario busque la forma de emplear esa liquidez en la financiación de Ucrania. El objetivo es que este coste no recaiga en los contribuyentes europeos, especialmente en un contexto de incertidumbre sobre el futuro apoyo de Estados Unidos.
“El Consejo Europeo invita a la Comisión a presentar, lo antes posible, opciones de apoyo financiero basadas en una evaluación de las necesidades de financiación de Ucrania, y exhorta a la Comisión y al Consejo a seguir avanzando en este trabajo, de modo que el Consejo Europeo pueda volver a tratar este asunto en su próxima reunión”, señala el documento. Y añade una condición clave: “los activos de Rusia deberán permanecer inmovilizados hasta que Rusia cese su guerra de agresión contra Ucrania y la indemnice por los daños causados por dicha guerra”.
El Mecanismo Propuesto: Un ‘Préstamo de Reconstrucción’
Según la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, la operación se basa en una compleja estructura financiera. Euroclear, una compañía de compensación y liquidación de valores financieros, ya acumula unos 175.000 millones de euros en efectivo de Rusia, cifra que la Comisión estima que llegará en los próximos años hasta los 185.000 millones. La alta funcionaria explicó que se construiría una suerte de crédito a partir de esa liquidez, contando con la participación del Banco Central Europeo (BCE), al que denominó “préstamo de reconstrucción”.
El dinero, en este esquema, debería ser devuelto por parte de Ucrania una vez que Rusia asuma los gastos de reconstrucción. Bajo esta premisa, el Ejecutivo comunitario defiende que no se trataría de una “confiscación” directa de los fondos.
Miedos a Represalias y la Exigencia de ‘Mutualización’
Sin embargo, no todos en Bruselas comparten esta visión. El primer ministro de Bélgica, Bart De Wever, considera que la operación sí constituye una confiscación de facto y teme que Rusia tome represalias contra su país, donde se encuentra la mayor parte de los activos.
“Si queremos dárselos a Ucrania, tenemos que hacerlo todos juntos. Si no, las represalias rusas podrían afectar solo a Bélgica. Eso no es muy razonable. Somos un país pequeño y las represalias pueden ser muy duras. Podrían confiscar todo tipo de fondos de bancos occidentales en Rusia, o confiscar las empresas de propiedad europea en Rusia”, advirtió De Wever a su llegada a la cumbre.
“Esto nunca se ha hecho”, insistió, antes de recordar su exigencia clave: la “mutualización” del riesgo. Esto es, que todas las capitales compartan y asuman la responsabilidad de la operación para diluir la amenaza de represalias en un solo Estado.
Un Texto “Deliberadamente Ambiguo”
Todo esto no está por ahora definido, ni mucho menos. El texto de conclusiones, firmado por 26 países (Hungría se abstuvo), es además deliberadamente ambiguo debido a las presiones existentes, incluyendo las del mencionado BCE. Se ha optado, por lo tanto, por una solución muy habitual en las negociaciones europeas para poder así avanzar: decir algo casi sin decirlo.
El siguiente paso será que la Comisión elabore su propuesta formal en las próximas semanas. La intención es que el Ejecutivo la presente en la próxima cumbre de presidentes, que se celebrará antes de final de año. Este “viaje de ida y vuelta” busca garantizarse el máximo apoyo político posible, algo que se ha logrado “en cierta manera, aunque algunos esperaban algo más”.
Si los mandatarios aprueban la propuesta, la UE ultimará los detalles en los primeros meses de 2026. El objetivo es que Ucrania comience a recibir el préstamo en el segundo trimestre del año, tentativamente en abril.
Apoyo Entusiasta vs. Rigor Legal
La propuesta ha generado reacciones polarizadas. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, se mostró “entusiasta”: “Es casi una genialidad de a quienes se le ha ocurrido. La idea es que sean una especie de adelanto a crédito, así se lo podremos transferir a Ucrania sin que los europeos tengan que pagarlo todo. Es natural que Rusia, que ha destruido gran parte del país, pague las armas que Ucrania use para defenderse“.
Otros, como el primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, insistieron en la necesidad de asegurarse “de que sea legalmente sólido”. No obstante, en lo que todos coinciden, incluido De Wever, es que la defensa de Ucrania no debe correr a cargo de los presupuestos nacionales.
Las cifras subrayan la urgencia. Fuentes diplomáticas señalaron que Ucrania necesitará entre 114.000 y 160.000 millones de euros en los próximos tres años. A pesar del alto costo, en Bruselas no se cuestiona la necesidad de ayudar a Ucrania, pues no hacerlo tendría “peores consecuencias”: que la guerra llegaría al corazón de Europa.
Agencias
