Las tractoradas, el caso ‘Koldo’, la amnistía… El presidente tiene razones para morderse las uñas, aunque por sus gestos y la forma de sus dedos se ve que lo hace desde niño.
NotMid 12/07/2025
ESPAÑA
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, es conocido por su aplomo y su estrategia de defensa basada en el ataque y las llamadas a la prudencia. Una actitud que, en la esfera pública, parece borrar cualquier rastro de preocupación. Sin embargo, en la privacidad de La Moncloa, este líder podría enfrentar sus propios quebraderos de cabeza, revelados, quizás, en un hábito tan común como la onicofagia.
Poseedor del cargo de mayor responsabilidad en España, Sánchez es también una persona, y sus manos parecen delatar preocupaciones que su “sobradismo” o “chulería” habitual, rasgos comunes en el confrontacional panorama político, no dejan ver.

El Secreto en las uñas del Presidente
Efectivamente, sus uñas lo delatan. Pedro Sánchez parece ser un “campeón de onicofagia de largo recorrido” a juzgar por la forma de sus dedos. Las yemas, inusualmente redondeadas, y el crecimiento limitado de sus uñas, que apenas sobresalen de la falange, sugieren un hábito arraigado. Como tantos españoles, el presidente del Gobierno es, aparentemente, un mordedor de uñas profesional, de esos que popularmente se dice “se comen las manos hasta el codo”.
Este suplemento ha consultado a una especialista en este tipo de hábitos que, si no se tratan a tiempo, pueden acarrear consecuencias serias. Hablamos con la psicóloga sanitaria Elena Dopra, quien aclara la diferencia entre onicofagia (morderse las uñas) y dermatofagia (morderse los padrastros o arrancarse trozos de piel).
“Es un hábito que puede manifestarse en momentos puntuales de estrés y preocupación, pero se vuelve complejo cuando se observa que es un síntoma de otro trastorno, como un TOC o cualquier patología que tenga la ansiedad como eje central”, explica la experta. Dopra señala que la onicofagia afecta por igual a hombres y mujeres, con una incidencia notablemente alta en adolescentes, alcanzando un 45%.
Según la observación de las manos de Sánchez, la psicóloga sugiere que padece onicofagia de nivel moderado, indicando que podría morderse las uñas “posiblemente desde niño”. Una fotografía clave del artículo, que lo capta en su sillón del Congreso en un gesto que la especialista describe como “muy propio de onicófago a punto de darse un festín de uñitas”, refuerza esta observación.
Ansiedad Política y Estrategias para el Hábito
El caso Koldo, las tractoradas, la ley de amnistía… Razones no le faltarían al presidente para sucumbir a estos “banquetes” de uñas. Un hábito que, aunque normalizado, no deja de ser una forma de autolesión con consecuencias más allá de lo estético. Solo proporciona un alivio inconsciente y puntual de la ansiedad a corto plazo, sin abordar el problema de fondo.
“El tratamiento se aborda desde lo cognitivo-conductual, y pasa por tomar consciencia de cuándo te muerdes las uñas, identificar por qué lo haces, si es por estrés puntual o por baja autoestima…”, detalla Dopra. Añade que este hábito puede estar asociado o no al síndrome del impostor, donde existe una disonancia entre la percepción de la propia preparación, las demandas de una situación y la valoración de los propios logros, generando un miedo persistente a ser “descubiertos como impostores”.
En el tratamiento de la onicofagia se implementan medidas para neutralizar el estímulo, como el uso de pulseras, recordatorios o dispositivos como férulas en casos graves. También se puede recurrir a soluciones como el Mordex, un producto icónico lanzado en España en 1962 y que hoy comercializa el laboratorio francés Urgo Healthcare. María Prieto, jefa de producto de Mordex, señala que Sánchez podría optar por la versión “benzoato de denatonio en su versión tradicional o plus, para mayores de 14 años, ocho veces más amargo”.
Agencias