La izquierda se ha manifestado más por el beso de Rubiales que por la rebaja de la pena a La Manada. A Yolanda no le interesa protestar su propia ley
NotMid 17/09/2023
OPINIÓN
EMILIA LANDALUCE
«Soy una perra en calo(r) que está buscando un perro pa(ra) quedarme pegá(da)». La letra de Tokischa es descriptiva de un presente en el que parece que el tiempo no pasa para las mujeres que entran en calor. Como la propia Tokischa canta con Rosalía «Con la tanga Gucci en una cola de motor…».
…El cuerpo en llamas, la última serie de Netflix sobre el asesinato de Pedro Rodríguez a manos de Rosa Peral y Albert López, el crimen de la guardia urbana, no se titula así por el cuerpo calcinado de la víctima (del que no pudieron extraer ni adn) sino por el cuerpo en llamas, caliente, ardiendo de la protagonista. Lo que siempre se ha llamado furor uterino.
De la serie se pueden sacar varias conclusiones. La primera es que seguramente hemos sido injustos con Ada Colau por responsabilizarla de la inseguridad de Barcelona. Por lo que se ve, la guardia urbana es un cuerpo también ardiente centrado en el ligoteo y sus derivadas. Aunque quien dice guardias en celo, también puede hablar de cualquier profesión. Los asuntos de muchos partidos y de algunas operaciones financieras se explican mejor por temas inguinales que por ideología o interés económico. Eso dicen las leyendas que cuentan de las asexoras jovencitas o esos hijos que se parecen en demasía al secretario general. También es lo que pasa en cualquier empresa. ¿Para qué exagerar entonces? Donde tenemos la olla metemos hasta tobillo. Por eso las empresas se empeñan ahora en cortar las relaciones en el trabajo a ciertos niveles o que en países civilizados los rolletes entre políticos sean un escándalo.
En las cintas de Rosa Peral, el documental sobre el crimen que también se emite en Netflix ha participado la propia condenada, que sigue sin reconocer que asesinó a su novio pese a que el Tribunal Supremo ratificó la sentencia. El mismo fiscal cuenta que no había pruebas de lo que pasó, dado que tanto López como Peral se acusaron mutuamente de asesinar a la víctima. De ahí que la prueba de cargo fuese el comportamiento promiscuo de asesina. (No hace falta poner presunta). Era una perra en calor, una perra en llamas… Y por el juicio pasaron un montón de mujeres y hombres a los que se les preguntó si Rosa se los había querido tirar. (La mayoría lo negaba). Pero ser puta, promiscua, ligera de cascos… solo puede escandalizar a los estrechos.
En la primera sentencia de La Manada se argumentaba moralmente sobre lo que le debía o no gustar a las mujeres para apuntalar el fallo. ¿Cómo una chica iba a querer meterse en un portal con cinco desconocidos? Hay mucho escrito al respecto y ya estamos muy talluditos para volver a La vida privada de Catherine M o Historia de O. El sexo es algo que le puedes dar a un desconocido al que no le regalarías nunca 100 euros.
O víctimas o reputas. Esa es la cuestión a la que se reduce a las mujeres en ciertos contextos.
Y el miércoles pasó lo que tenía que pasar (y no pasó en la campaña electoral). A Ángel Boza, uno de La Manada se le redujo un año de cárcel por la aplicación de la Ley de libertad sexual que redactó el gobierno precisamente por La Manada y que ha producido que se rebajen las penas de 1.200 violadores. Es natural que la víctima se haya mostrado alarmada por la noticia, tal y como contó El País. Las hermanas que sí que la creían han hecho una ley que reduce la pena de su agresor.
La rebaja de la sentencia de la Manada pone casi fin al verano del beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso por el que le piden cuatro años de cárcel.
La mismas que hace cinco años se manifestaban por la víctima de la manada, protestaban la semana pasada contra Rubiales por un beso cafre y de mal gusto. ¿Delito? Lo dirán los jueces, pero ya podrían haber salido las hermanas a la calle a protestar por la rebaja de pena de la Manada. Claro que eso sería criticar la ley que sacó adelante la compañera Yolanda Díaz. La víctima de la manada ya no les interesa.