Rusia desarma a sus mercenarios de Wagner, pero siguen las críticas en la cúpula militar rusa por la gestión de la guerra
NotMid 14/07/2023
MUNDO
Después del motín fallido de los mercenarios de Wagner el mes pasado, que tenía como objetivo desplazar a los altos mandos del ejército, las críticas a la cúpula militar rusa han vuelto a salir a flote. Y esta vez proceden de la propia institución armada. Durante la noche del miércoles al jueves trascendió el mensaje de un general del ejército ruso criticando a sus superiores por “descabezar a traición” a los militares que luchan en el frente ucraniano. El general de división Ivan Popov criticó duramente a sus mandos después de su destitución en un mensaje de audio que después fue compartido por un diputado ruso, Andrei Gurulyov. Mientras, el gobierno sigue sin dar noticias de Serguei Surovikin, uno de los principales generales rusos al mando del frente en Ucrania y próximo a los amotinados. Un diputado ha sugerido que Serguei Surovikin no está a día de hoy en su puesto.
Popov es ahora el nuevo exponente de los críticos. Dice que fue relevado de su papel como comandante del 58º Ejército después de informar sobre los problemas militares directamente al Ministerio de Defensa. De nuevo es el titular de la cartera el que está en la diana. Popov señaló que el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, “percibió algún tipo de peligro en mí” por su enfoque sincero y “firmó una orden en el mismo día para deshacerse de mí“. “Llamé a las cosas por su nombre”, clama el general en el audio. “Señalé la principal tragedia de la guerra moderna: la falta de fuego contra la artillería, la falta de estaciones de reconocimiento (…) y los masivos muertos y heridos entre nuestros hermanos por parte de la artillería enemiga”.
Todo esto ocurre mientras uno de los principales generales del país, que codirige el ataque ruso en Ucrania, lleva dos semanas en el limbo: a raíz de la rebelión, el paradero del general del ejército ruso Sergei Surovikin es un misterio desde hace varias semanas. Varias fuentes informaron de su detención y otras de la pérdida de comunicación con su familia. Sus conocidos vínculos con Prigozhin alimentaron los rumores de que podría ser purgado o investigado por apoyar el motín. Todo esto en medio de informes de los medios estadounidenses de que tenía conocimiento previo del levantamiento de Wagner.
Según publicó el jueves el ‘Wall Street Journal’ citando fuentes próximas al caso, Surovikin sigue privado de libertad y está siendo interrogado en Moscú. No ha sido acusado de ningún delito. Una de las fuentes dijo que Surovikin conocía los planes para la insurrección pero que el general no estaba involucrado en el motín. Añadiendo material para la especulación, un destacado diputado dijo el miércoles que el general está “descansando”. “No está disponible en este momento”, agregó el legislador Andrei Kartapolov, jefe del comité de Defensa de la Duma rusa, antes de alejarse rápidamente del reportero. Sus declaraciones aparecieron en un video publicado en Telegram. Los medios no han podido verificar de forma independiente la autenticidad del mensaje de voz de Popov.
LOS SOSPECHOSOS, EN EL LIMBO
La detención de Surovikin fue reportada por primera vez por el ‘Financial Times’. Pero las fuentes del ‘Wall Street Journal’ van más allá. Señala que al menos 13 oficiales superiores fueron detenidos para ser interrogados, algunos fueron liberados más tarde. Alrededor de 15 han sido suspendidos de sus funciones o despedidos.
El adjunto de Surovikin, el coronel general Andrey Yudin, y el subjefe de inteligencia militar, el teniente general Vladimir Alexeyev, también fueron detenidos pero luego liberados, según el ‘WSJ’. Han sido suspendidos de sus funciones, sus movimientos han sido restringidos y están bajo vigilancia. Tampoco se conoce el paradero del teniente coronel Dimitri Utkin, un veterano de las fuerzas especiales de inteligencia militar GRU de Rusia y fundador de Wagner. Lideró la columna de tropas de Wagner hacia Moscú el 24 de junio. Teóricamente está cubierto por la amnistía de Putin y se desconoce su paradero.
Desde la rebelión de finales de junio, el Kremlin se ha propuesto desmantelar el grupo Wagner. El Ministerio de Defensa de Rusia asegura que ya tomó posesión de cientos de tanques, lanzacohetes y piezas de artillería de Wagner, así como 20.000 rifles de asalto y armas pequeñas y 2.500 toneladas de municiones. El futuro de esta formación de mercenarios es una incógnita.
Otro sospechoso es el Coronel General Mikhail Mizintsev, fue viceministro de Defensa de Rusia antes de ser despedido abruptamente en abril. Entonces entró en Wagner, supuestamente invitado por Prigozhin. Tuvo un papel relevante en 2022 como comandante de las fuerzas rusas durante el asedio del año pasado a Mariupol, en el este de Ucrania. De hecho ahí se ganó el apodo de Carnicero de Mariupol cuando supervisó el asalto de Rusia a la ciudad con salvajes bombardeos en barrios y zonas civiles para obligar a la ciudad a rendirse. Según el WSJ estaría entre los mandos detenidos
LOS LEALES, IMPOPULARES
Serguei Shoigu, ministro de defensa de Rusia desde 2012, es culpado por muchos críticos dentro del ejército ruso por no desarrollar unas Fuerzas Armadas rusas para la guerra en Ucrania.
Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor es el más vituperado. Su prestigio data de la intervención rusa en Ucrania en 2014. Asumió el control directo de la guerra en Ucrania después de dejar de lado al general Sergei Surovikin en enero. Prigozhin lo acusó de manejar mal la guerra, exigiendo su destitución.
Ramzan Kadyrov, líder de Chechenia, es otro pilar. Nominalmente sus hombres pertenecen a la Guardia Nacional Rusa, aunque son considerados como unidad independiente. Tras ser muy cercano a Prigozhin, acabó distanciándose de él.
A Aleksandr Lapin, coronel general se le imputa el desordenado repliegue en la región de Jarkov en el este de Ucrania y la embarazosa retirada de Lyman en otoño de 2022. Lapin fue destituido entonces como comandante del Distrito Militar Central. Prigozhin y Kadyrov se cebaron con él. Pero en enero, fue reincorporado como jefe de personal de las Fuerzas Terrestres Rusas e hizo frente a las incursiones fronterizas en la región rusa de Belgorod.
DESCONFIANZA EN EL KREMLIN
Mientras los soldados de Wagner luchaban en la línea del frente en Bajmut, Prigozhin acusó repetidamente a los líderes militares de Moscú de negarles las municiones que necesitaban. Pero siempre defendió a Surovikin, que fue nombrado comandante de las fuerzas rusas en Ucrania en octubre y duró sólo hasta enero. Desde entonces siguió dirigiendo la acción en el frente, pero bajo las órdenes directas de Gerasimov. En este último tramo de la guerra fue el puente entre Defensa y los Wagner, aunque cuando se amotinaron grabó un vídeo criticando el alzamiento, no se sabe en qué condiciones.
La revuelta de Wagner movió al grupo paramilitar de Evgeny Prigozhin a tomar brevemente la ciudad de Rostov, el centro neurálgico de la acción bélica rusa contra Ucrania, en la mañana del 24 de junio, en un intento por desplazar la cúpula militar de Rusia. Después marcharon hacia Moscú, lo que desató las especulaciones sobre si contaban con apoyos extra en el ejército.
Hace dos semanas, cuando se le preguntó al portavoz del Kremlin si Putin todavía confiaba en Surovikin, Dimitri Peskov se limitó a decir que Putin como comandante supremo trabaja con el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor.
Igual que sucede en el caso de Prigozhin, se desconoce el paradero actual de Popov tras sus críticas y el Ministerio de Defensa no se ha pronunciado sobre su destitución. La controversia ha aumentado cuando el vicepresidente del Senado y secretario del Consejo General del partido gubernamental Rusia Unida, Andrei Turchak, cargó contra el diputado Guruliov acusándolo de convertir el mensaje de Popov en un “show político”
Agencias