Cada uno de los inocentes recibirá 15 millones de dólares como compensación, una cantidad que añadir a los 2,6 que ya recibieron en 2020 como parte de un fondo de compensación del Estado de Maryland
NotMid 02/11/2023
USA en español
Aquella noche Alfred Chestnut, Ransom Watkins y Andrew Stewart dormían plácidamente en sus casas cuando la policía de Baltimore irrumpió de forma súbita para llevárselos detenidos por el asesinato de un chico de 14 años, acusados de haberle disparado para quedarse con su chaqueta, una cotizada Georgetown Starter. No volvieron a pisar la calle durante las próximas tres décadas por un crimen que… no habían cometido. Ahora la ciudad de Baltimore les ha pagado una compensación récord por el terrible error: 48 millones de dólares.
Cuando ingresaron en prisión eran adolescentes. Ahora alguno ya es abuelo. Fueron detenidos el día de Acción de Gracias de 1983 y recobraron la libertad 36 años después, en 2019, coincidiendo con la misma festividad de Thanksgiving, con más ganas de reclamar justicia que de dar gracias. “Todos mis amigos en prisión saben que siempre he estado hablando de esto, soñando con esto. Incluso cuando era niño: ¿por qué me está pasando esto“, dijo Chestnut entre una maraña de cámaras.
Watkins perdió toda esperanza de salir de la cárcel, condenado a cadena perpetua. No se sentía capaz de pedir un indulto siendo inocente. Pero Chestnut siguió insistiendo. En 2018 hizo una petición formal para acceder a los archivos del caso y descubrió inconsistencias, como el hecho de que varios testigos identificaran a otra persona como autor del crimen, Michael Willis, un joven de 18 años que falleció después en un tiroteo.
Descubrió los problemas de otros cuatro testigos para identificar al trío de sospechosos en fotos antes del juicio, pese a haber insistido durante el proceso en que habían participado en la muerte de DeWitt Duckett.
Nadie quiso hacer caso a sus estériles lamentos de inocencia durante años ni dar por buena su coartada. Explicaron entonces que habían decidido hacer pellas ese día -el 18 de noviembre de 1983- y que se habían presentado después en el colegio para estar con amigos. Fue entonces cuando un guardia de seguridad los vio y los expulsó del centro. Media hora después, DeWitt se dirigía hacia el comedor del instituto cuando alguien le reclamó la chaqueta. Tras una disputa, recibió un tiro en el cuello y dos horas más tarde estaba muerto. Pero el trío de sospechosos ni siquiera estaba en el colegio en ese momento.
El entonces fiscal del Estado de Maryland, Jonathan Shoup, negó tener evidencias que hubieran alterado el caso, presionado como estaba por encontrar un culpable. Su negligencia le costará una millonada al erario público. Cada uno de los inocentes recibirá 15 millones de dólares como compensación, una cantidad que añadir a los 2,6 que ya recibieron en 2020 como parte de un fondo de compensación del Estado de Maryland.
Se trata de la mayor indemnización en la historia estatal para un caso de su tipo, una cifra que debería resolverles la vida en una ciudad donde los negros ganan unos 39.000 dólares al año de media, según un estudio, la mitad que los blancos.
¿Será suficiente para compensar los 36 años encerrados? Muchos creen que no. “Imagínese que le destrocen la vida a los 16 años y el daño dure 36”, indicó Nick Mosby, presidente del concejo municipal de Baltimore. “Literalmente hemos destruido las vidas de estas personas”.
No es una negligencia aislada. EEUU libera cada año a docenas de presos que cumplen condena por delitos que no cometieron. En 2022, 245 personas fueron excarceladas, de acuerdo al Registro Nacional de Exoneraciones. En total, 3.405 inocentes entre rejas desde 1989 y 30.250 años arrebatados de forma in-justa. Se dice pronto.
Agencias