Especialistas como Eneko Baz afirman que la masa muscular actúa como un órgano endocrino clave para la salud ósea, metabólica y cognitiva, desmintiendo que sea solo una cuestión estética.
NotMid 03/11/2025
Estilo de vida
El entrenamiento de fuerza ha trascendido el ámbito del culturismo para convertirse en una inversión directa en salud, energía y longevidad. Cada vez más especialistas coinciden en que ganar masa muscular es un factor determinante en la calidad de vida, especialmente a medida que envejecemos.
Según Eneko Baz, referente en entrenamiento basado en evidencia científica y creador de Bazman Science, el músculo es mucho más que una cuestión estética: es un “pilar vital” para prevenir enfermedades y fortalecer el cuerpo. En el podcast Tengo un Plan, lo resume con claridad: “Entrenar fuerza no es solo para verte bien, es para poder vivir bien”.
El Músculo: Un Órgano Endocrino Clave
Esta visión, respaldada por evidencia científica, subraya que el músculo no solo mueve el cuerpo, sino que actúa como un órgano clave en el bienestar general.
Baz explica que el músculo cumple funciones endocrinas, paracrinas y autocrinas. Al contraerse, libera sustancias similares a hormonas que se comunican tanto con tejidos cercanos como con órganos distantes. Esta interacción va mucho más allá de la movilidad: la contracción y el entrenamiento influyen directamente en la:
- Salud ósea: Músculos fuertes contribuyen a huesos sanos, protegiendo frente a lesiones y fragilidad (especialmente importante en mujeres por la disminución de estrógenos).
- Salud metabólica: Mejora el metabolismo y previene enfermedades.
- Salud cognitiva: Tiene efectos positivos en la función cerebral y la autoestima.

Fuerza vs. Contracción Simple: Más Allá de Caminar
Es fundamental diferenciar una simple contracción muscular (como caminar o correr) del entrenamiento de fuerza. Este último va un paso más allá al entrenar al sistema nervioso para comunicarse con mayor precisión y eficiencia, optimizando la coordinación, la potencia y la respuesta del cuerpo.
Baz detalla que el entrenamiento de fuerza optimiza la coordinación entre músculos y la capacidad del sistema nervioso para enviar impulsos, lo que se traduce en movimientos más eficientes y una mayor adaptación del tejido muscular.
El Impacto en la Vejez y la Sarcopenia
El impacto de la masa muscular es crucial en la población adulta y mayor, donde la sarcopenia —la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular— representa un desafío creciente.
La autonomía y la independencia en la vejez dependen en gran medida de la capacidad muscular y la coordinación neuromuscular. “Nos puede llevar a tener más años y esos años vivirlos con más calidad”, asegura Baz.

Desmontando Mitos Comunes sobre el Crecimiento
El especialista también se centró en la fisiología del crecimiento muscular (hipertrofia) y en derribar mitos comunes:
- ¿Fuerza = Tamaño? No siempre. Es posible ganar fuerza sin aumentar visiblemente el volumen del músculo, ya que el sistema nervioso se adapta y mejora su eficiencia. Sin embargo, para superar ciertos límites de rendimiento, se requiere desarrollar más masa muscular.
- ¿Es fácil el ‘Sobrepeso Muscular’? Es poco probable para la mayoría de las personas. La ganancia de masa muscular saludable no debe confundirse con el fisicoculturismo extremo, que requiere años de entrenamiento muy intenso y altas ingestas calóricas.
- ¿Cambios Inmediatos? Las adaptaciones internas son rápidas, pero los resultados visibles en el cuerpo suelen aparecer de forma gradual: “Los resultados visibles suelen aparecer a partir de mes y medio o dos meses“, siendo las grandes transformaciones visibles solo después de uno o dos años de entrenamiento constante.
Baz concluye que el crecimiento muscular es una adaptación a las demandas impuestas por el entrenamiento, y no el resultado de “romper” fibras. La funcionalidad —un cuerpo capaz de responder a las exigencias diarias y mantener la independencia— debe primar sobre la estética.
