Pekín confiesa que teme que Washington se olvide de Putin y vaya con todo contra el gigante asiático
NotMid 04/07/2025
ASIA
La delicada “neutralidad” de China en la guerra de Ucrania podría haber llegado a su fin. Una revelación exclusiva del South China Morning Post (SCMP), uno de los medios de referencia en Asia, asegura que el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, confesó el miércoles a la jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, que Pekín no puede permitirse una derrota rusa. ¿La razón? El temor a que Washington, liberado de Putin, centre toda su atención en el gigante asiático.
Wang se encuentra esta semana de gira por Europa, preparando la cumbre entre China y la UE del próximo 24 de julio en Pekín, que conmemora el 50º aniversario de sus relaciones diplomáticas. Llama la atención que estas declaraciones de Wang, hombre de máxima confianza del presidente Xi Jinping, contradicen su postura pública, ya que ha defendido con frecuencia la neutralidad de China en el conflicto.
En Pekín, las consultas oficiales sobre la charla entre Wang y Kallas han sido eludidas. Sin embargo, en privado, funcionarios chinos no ocultan que, al igual que Rusia, el gigante asiático busca reestructurar el orden global occidental, liderado por Estados Unidos, y socavar la arquitectura de seguridad impuesta por la OTAN.
La Doble Cara de la Diplomacia China
Desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, Pekín ha intentado presentarse como un actor neutral y potencial mediador para lograr la paz. La superpotencia asiática incluso llegó a presentar una propuesta de paz que abogaba por el respeto a la soberanía ucraniana y un alto el fuego, a la vez que consideraba legítimas las preocupaciones de seguridad de Rusia sobre la expansión de la OTAN. Algunas voces autorizadas del ejército chino incluso han manifestado su predisposición a enviar tropas de paz a Ucrania.
La otra realidad es que, en estos años, el Gobierno de Xi Jinping ha estrechado sus lazos con el régimen de Vladimir Putin, siendo un apoyo económico clave para mitigar el golpe de las sanciones. Líderes europeos han solicitado en vano a Xi Jinping que use su influencia sobre Putin para poner fin a la guerra. Además, Washington acusa con frecuencia a Pekín de vender a Moscú tecnologías de doble uso esenciales para su maquinaria de guerra.
Muchos analistas internacionales señalan que, al brindar apoyo político y económico a Rusia, China la está protegiendo del aislamiento, estabilizando su presupuesto y ayudando a Putin a mantener la estabilidad social. Esto permite a Rusia concentrarse en la guerra con Ucrania y producir las armas necesarias.
La Visión Estratégica de Pekín
“Desde la perspectiva de Pekín, el mejor resultado de la guerra en Ucrania parece ser un punto intermedio entre la paz y la guerra. Esta situación ideal podría ser una paz híbrida, una forma de conflicto congelado con un alto el fuego y la ocupación efectiva de parte de Ucrania por parte de Rusia”, asegura Justyna Szczudlik, analista de China en el Instituto Polaco de Asuntos Internacionales.
Szczudlik explica que China prefiere una paz híbrida porque no busca una Rusia claramente victoriosa ni derrotada. “Una Rusia victoriosa será políticamente más fuerte y, aunque militarmente agotada, seguirá bien entrenada en el campo de batalla, lo que podría suponer un desafío para China”, continúa. “Una Rusia derrotada tampoco es una buena solución porque, para Pekín, Moscú es un amortiguador contra la OTAN y su colapso podría facilitar la expansión de la Alianza hacia Asia”.
La crónica del SCMP recoge que algunos funcionarios de la UE que participaron en las reuniones con Wang se sorprendieron por la franqueza de sus declaraciones. El ministro chino sí rechazó la acusación de que su país apoyaba militarmente a Moscú, asegurando que, de ser así, el conflicto habría terminado hace mucho tiempo.
China y la UE llevan meses acercando posturas en medio de la guerra arancelaria del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. El marco de la reunión entre Wang y Kallas se centró principalmente en las peticiones de la UE a China para poner fin a las restricciones a la exportación de las demandadas tierras raras y minerales críticos, materiales cruciales para las nuevas tecnologías.
Agencias