El ataque con drones provocó un incendio en la instalación de Gazprom de Oremburgo, una de las más grandes del mundo. Es un nuevo golpe a infraestructura energética rusa que financia el esfuerzo bélico de Moscú
NotMid 19/10/2025
MUNDO
Ucrania ha escalado significativamente su ofensiva estratégica contra la infraestructura energética de Rusia. El Estado Mayor ucraniano confirmó este domingo que un ataque separado con drones alcanzó con éxito la refinería de petróleo de Novokuibyshevsk, una instalación clave en el sistema de producción ruso.
La refinería, operada por el gigante gasístico y petrolero Rosneft, se encuentra en la región de Samara, cerca de Oremburgo, a una considerable distancia de la línea de frente. Según Kyiv, el ataque provocó un incendio de magnitud y, lo más importante, dañó sus principales unidades de refinado.
La instalación de Novokuibyshevsk posee una capacidad de procesamiento anual de 4,9 millones de toneladas de crudo y produce más de 20 tipos de productos derivados, incluidos combustibles para reactores y aceites industriales. De confirmarse la gravedad de los daños, el impacto podría ser significativo en la cadena de suministro interno de Rusia. Las autoridades rusas no han emitido una respuesta oficial sobre el incidente ni han evaluado los daños hasta el momento.

El ataque ucraniano provocó un incendio en la planta Oremburgo (Telegram)
Estrategia de la Guerra Económica
Este golpe se enmarca en la creciente estrategia ucraniana de la “guerra energética”, la cual se ha intensificado en los últimos meses. Kyiv busca atacar directamente las fuentes de ingresos y el músculo logístico que, según sus líderes, “financian y alimentan directamente el esfuerzo bélico de Moscú”. Al reducir la capacidad de refinación, Ucrania presiona la economía rusa y dificulta el suministro de combustible a sus fuerzas armadas.
El ataque se suma a una reciente oleada de operaciones con VANT (Vehículos Aéreos No Tripulados), demostrando que Ucrania ha logrado sortear las defensas aéreas rusas para alcanzar objetivos estratégicos a gran profundidad. El sábado, Moscú afirmó que sus sistemas de defensa aérea habían derribado un total de 41 drones durante la jornada, lo que subraya la intensidad diaria de este conflicto aéreo.

Daños causaos por drones rusos en Shakhtarske. Rusia lanzó durante la noche 62 drones en territorio ucraniano. (REUTERS/Anatolii Stepanov)
El Desafío Aéreo: Nuevo Misil Ruso
A su vez, la Fuerza Aérea de Ucrania reportó que Rusia también mantiene una alta tasa de lanzamientos de ataque: 62 drones fueron lanzados sobre territorio ucraniano durante la noche. Aunque Ucrania logró neutralizar un número significativo —sosteniendo que 40 fueron derribados o desviados gracias a interferencias electrónicas—, la amenaza se diversifica.
Fiscales ucranianos han emitido una seria advertencia: Moscú no solo intensifica sus ataques, sino que está modificando su armamento para alcanzar objetivos civiles más profundos.
Autoridades locales en Járkov revelaron que Rusia atacó un barrio residencial utilizando por primera vez una nueva bomba aérea propulsada por cohetes, denominada UMPB-5R. Esta arma, que puede viajar hasta 130 kilómetros, extiende considerablemente el radio de ataque de Rusia, permitiéndole impactar zonas urbanas con precisión y desde una distancia más segura para sus aeronaves. El desarrollo de la UMPB-5R representa una nueva y grave amenaza para la población civil que se encuentra lejos del frente de batalla.
La situación en ambos lados refleja que la guerra de desgaste está virando hacia una peligrosa carrera armamentística de precisión y largo alcance con drones y bombas guiadas, manteniendo la infraestructura civil y la energía en el punto de mira.