Mientras el presidente de EEUU se dedica ahora a amenazar a Putin con llevar su guerra arancelaria hasta Rusia, y anuncia un acuerdo de suministro de armas con Kiev,la sólida relación entre chinos y rusos continúa intacta
NotMid 16/07/2025
ASIA
El ex-presidente estadounidense Donald Trump ha reiterado su creencia de que la administración de Joe Biden es responsable del fortalecimiento de la alianza entre China y Rusia, y ha prometido que, si regresa a la Casa Blanca, su prioridad será “separar a las dos potencias nucleares”. Sin embargo, a pesar de sus recientes amenazas y el anuncio de un acuerdo de suministro de armas con Kiev, la relación entre Pekín y Moscú se mantiene sólida.
La estrategia de Trump y la realidad de la alianza China-Rusia
Trump ha argumentado en varias ocasiones que la unión de Rusia y China es algo que un “estudiante de Historia” debería evitar a toda costa, aludiendo a una estrategia de la era Nixon para alinear a Estados Unidos con China como contrapeso a la Unión Soviética. A principios de año, tras una llamada con Vladimir Putin, ya como presidente de EE.UU., Trump insistió en este punto. Durante un tiempo, analistas en Washington interpretaron que el giro “prorruso” de Trump sobre la guerra en Ucrania buscaba precisamente alejar a Putin de Xi Jinping.
Sin embargo, a fecha de este verano [julio de 2025], la realidad es que la relación entre China y Rusia sigue “intacta”. A pesar de que Trump ha amenazado a Putin con “aranceles muy severos” si no hay un acuerdo de paz en Ucrania en 50 días, y ha anunciado un acuerdo de suministro de armas a Kiev, China continúa siendo un “salvavidas económico” para el Kremlin, ayudándole a sortear las sanciones occidentales. Lejos de una brecha, los movimientos diplomáticos recientes sugieren que Pekín y Moscú colaboran para impulsar un orden mundial más multipolar, lejos del dominio estadounidense.
Muestras de la estrecha relación entre Pekín y Moscú
Los “guiños” entre ambos regímenes son constantes. El martes, Xi Jinping se reunió en Pekín con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a quien manifestó la necesidad de “fortalecer el apoyo mutuo en los foros multilaterales” y trabajar para “unir a los países del Sur Global y promover el desarrollo del orden internacional en una dirección más justa y razonable”. La parte rusa de la conversación también incluyó la próxima visita de Putin a China para un desfile militar conmemorativo del 80 aniversario de la victoria de China en su guerra de resistencia contra la agresión japonesa en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Esta visita de Putin a Pekín será la devolución de la visita que Xi Jinping realizó en mayo a Moscú para el desfile del Día de la Victoria. Putin también participará en una cumbre de líderes de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), un grupo que China promueve como contrapeso a los bloques liderados por Occidente. Esta semana, los principales diplomáticos de la OCS se reunieron en Tianjin, China, incluyendo a Lavrov, Wang Yi (China), Subrahmanyam Jaishankar (India) y Abbas Araghchi (Irán)
Reacción de China a las amenazas de Trump sobre Ucrania
Las recientes promesas de apoyo entre China y Rusia llegaron poco después del ultimátum de Trump a Putin sobre los aranceles. En respuesta a esta amenaza, Pekín defendió a Moscú, declarando que la “coerción” de Trump no resolvería el conflicto. Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino afirmó el martes que “China se opone firmemente a todas las sanciones unilaterales ilegales y a la jurisdicción de largo alcance. En una guerra arancelaria nadie gana, y la coerción y la presión no resolverán los problemas”.
Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania en 2022, China ha buscado presentarse como un actor neutral y mediador potencial. Ha propuesto un plan de paz que aboga por el respeto a la soberanía de Ucrania y un alto al fuego, al tiempo que reconoce las preocupaciones de seguridad de Rusia sobre la expansión de la OTAN. A pesar de las peticiones europeas a Xi Jinping para que use su influencia sobre Putin, y las acusaciones de Washington sobre la venta de “tecnologías de doble uso” a Moscú, la alianza sino-rusa persiste.
Agencias