Han instalado una especie de piscinas equipadas con pontones, escaleras, duchas y vestuarios a lo largo del centro de la ciudad y son gratuitas
NotMid 05/07/2025
EUROPA
Más de un siglo han tenido que esperar los parisinos para poder volver a sumergirse en las aguas del río Sena. La promesa se hizo realidad por primera vez para los atletas de triatlón durante los Juegos Olímpicos de París 2024, quienes desafiaron sus aguas revueltas por las tormentas. Ahora, una ola de calor ha servido como el impulso definitivo, con la alcaldesa Anne Hidalgo invitando a sus conciudadanos a “perderle el miedo al agua y a refrescarse el trasero”.
El esperado “bautismo” del Sena para bañistas se inició a las 7:30 de la mañana en la Isla de San Luis (junto a Notre-Dame), bajo un cielo cubierto que no invitaba precisamente a un chapuzón. Le siguieron aperturas oficiales a las 10:00 en el Puerto de Grenelle (frente a la Torre Eiffel) y, finalmente, una tercera en el barrio de Bercy (frente a la Biblioteca Nacional). Fue un momento histórico, comparable a aquel en que el alcalde Tierno Galván dio la bienvenida a los patos en el Manzanares, solo que esta vez el “al agua patos” iba dirigido a los habitantes y turistas de una ciudad que se está reverdeciendo como ninguna otra.
Un Sueño de la Alcaldesa: Recuperar el Río para los Ciudadanos
“Los Juegos fueron un inmenso acelerador del cambio”, reconoce Anne Hidalgo en una entrevista concedida a EL MUNDO para la ocasión. “Pero el verdadero objetivo era recuperar el río y devolvérselo a los ciudadanos, teniendo además en cuenta las olas de calor cada vez más frecuentes y la necesidad de dar opciones para combatir las altas temperaturas en verano. ¡Qué mayor experiencia que poder saltar al Sena! Eso sí, asegurándonos antes de que el agua está limpia y que no hay bacterias peligrosas“.
La propia alcaldesa se lanzó al agua hace algo más de un año, incluso cuando la concentración de bacterias de E. Coli y Enterococcus superaba los máximos permitidos por la Agencia Regional de la Salud. Sin embargo, en esta ocasión, las precauciones serán extremas, o eso advierten las autoridades: las mediciones se harán rigurosamente a primera hora y a lo largo del día, como medida de prevención de problemas gastrointestinales, infecciones oculares y cutáneas.
La entrada a las tres zonas de baños fluviales es gratuita para ciudadanos y turistas, quienes cuentan con las mismas instalaciones que en cualquier piscina pública. Al fin y al cabo, se trata de la culminación del proyecto “París Playa” que comenzó años atrás con la recuperación para el baño de los canales de San Martín y La Villette, al noreste de la ciudad. La ambiciosa visión es contar en el futuro con un total de 20 zonas de baño a lo largo del Sena y en las inmediaciones de París.
La Mega-Inversión y el Desafío de la Navegabilidad
El sueño de ver a los bañistas en el Sena, algo que no ocurría desde 1923 cuando se prohibieron los baños por la contaminación del río, arrancó realmente con los preparativos de los Juegos en 2016. El esfuerzo requirió una inversión de 1.400 millones de euros para mejorar las depuradoras y el sistema de alcantarillado. Se construyeron también inmensos depósitos pluviales, como la “catedral subterránea” de Austerlitz, diseñada para almacenar el exceso de agua de las tormentas (como la caída hace apenas dos semanas que convirtió las escaleras del metro en cascadas).
Para Pierre Rabadan, adjunto a la alcaldesa para los Juegos y la recuperación del Sena, lo más difícil ha sido lograr que se pueda nadar en el río y que al mismo tiempo siga siendo navegable. No en vano, nueve millones de personas lo recorren en barcos todos los años y 22 millones de toneladas de mercancías lo transitan.
“La negociación ha sido complicada porque tenemos que respetar el derecho a navegar por el Sena a quienes llevan haciéndolo durante décadas”, advirtió Rabadan. “Finalmente llegamos a un punto de encuentro y logramos habilitar el baño en zonas que no afectan al tránsito de los barcos, y que cumplen además con normas sanitarias muy estrictas para evitar la contaminación del agua.
Los Primeros Bañistas del Sena
A los bañistas del Sena se les distingue por los flotadores amarillos de Restube que muchos aprovechan para flotar tranquilamente en las plácidas aguas, agitadas de vez en cuando por el paso de las lanchas de la policía. Alrededor de las once de la mañana, más de medio centenar de bañistas intrépidos se lanzaron al agua en Port Grenelle, y se estima que 700 podrán hacerlo al mismo tiempo en las tres piscinas fluviales del Sena.
“Está fresquita pero menos de lo que parece (26 grados) y casi se agradece después de todo lo que hemos pasado esta semana”, reconoció Chloé Simon, de 47 años, una de las primeras en saltar al Sena en la zona habilitada en Port Grenelle. “Y se ve limpia, aunque mejor evitar un trago por si acaso“.
Luc Guerin, del Club des Nageurs de Paris, también quiso lanzarse al agua en cuanto se cortó la cinta oficial. “Todo un sueño, esto de poder bañarse a la sombra de la Torre Eiffel… Aunque es un poco molesto esto de tener que llevar un flotador, te limita un poco”
Agencias