De la vuelta a la democracia y la preservación de España sólo nos separa Sánchez
NotMid 23/12/2022
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Además del ingenio de Ayuso para plantear dilemas políticos que gustan a su base social y un poco más allá, como «Socialismo o libertad» y, cuando Pablenin se lanzó al ruedo electoral con «Comunismo o libertad», el de «O Sánchez o España», adoptado por su partido, y en la idea, por Vox, encierra una verdad incuestionable pero que pocos se atreven a plantear. Sin Sánchez, ¿no cambiaría radicalmente el horizonte político de España?
Imaginemos que Sánchez tuviera un ataque de vergüenza y dejara de servir de felpudo a la ETA y de alfombra al golpismo catalán. No es difícil: lo recuerdo haciendo campaña con Iceta delante de una bandera española de catorce metros.
También lo hemos visto decir que jamás pactaría con Bildu (y es verdad, pacta con la ETA), pero imaginemos que, ante el vértigo de ver destruido el país en que nació, diera marcha atrás y, tras reunir a sus pages, dijera que los separatistas se han aprovechado de su buena fe; y que quiere recuperar la convivencia en Cataluña, pero no a cualquier precio. Y, de paso, que no está dispuesto a que un pistolero como Otegui presida el País Vasco. ¿Cuánto tardarían el PSOE, los López, Sicilia y Batet de Celis, en cambiar de opinión? ¿Cuánto tardarían en seguir obedeciendo a Sánchez o al que viniera? Nada. Adiós Sánchez y adiós al golpe de Estado.
Imaginemos -es Navidad- que en mayo al PSOE le va fatal y Sánchez no quiere quedarse como jefe de la oposición para respaldar el nuevo golpe catalán. Y que se va a Europa o de vacaciones a California. No sería la primera vez de lo segundo y no sorprendería lo primero. Todo psicópata repite un patrón y el suyo es irse para volver. Lo hizo en el PSOE al rebelarse contra Javier Fernández enarbolando el «no es no», y puede pensar en volver tras una legislatura durísima con un gobierno de derechas que debería afrontar la crisis económica y la convulsión balcánica. ¿Y qué quedaría de este PSOE sin Sánchez? Bolaños y Yolanda. Algo parecido a la oposición a Ayuso en Madrid, que da más pena que asco. La izquierda vería morir sus leyes ideológicas, y debería esperar el desgaste de la derecha en el poder.
En resumen, que de la vuelta a la democracia y la preservación de España sólo nos separa Sánchez.