Las autoridades continúan la búsqueda de los otros dos miembros del grupo, mientras expertos en arte alertan sobre el riesgo de que las piezas robadas sean desmanteladas o vendidas en el mercado negro
NotMid 26/10/2025
EUROPA
La audaz operación de robo perpetrada en el Museo del Louvre el pasado domingo, que se saldó con la sustracción de ocho joyas históricas de la colección napoleónica, ha dado un giro crucial. La Policía francesa ha logrado detener a dos de los cuatro sospechosos que formaban parte del “comando” responsable del asalto, evaluado en 88 millones de euros.
Las detenciones tuvieron lugar el sábado por la noche en la periferia de París: uno en Roissy y el otro en Saint-Denis. Según informaciones de Le Parisien y Le Figaro, ambos detenidos, que rondan la treintena, están bajo vigilancia judicial por “pertenencia a banda organizada” y “conspiración criminal”, y son interrogados intensamente sobre el paradero de las valiosas piezas sustraídas.
Fuga Interrumpida y Pistas Clave
La eficiencia de los investigadores de la Brigada para la Represión de la Bandas Organizadas (BRB) y de la Oficina Central de Lucha contra la Trata de Bienes Culturales (OCBC) fue determinante para evitar la fuga internacional de los sospechosos:
- Uno de los ladrones fue arrestado en el aeropuerto Charles de Gaulle, justo antes de abordar un vuelo con destino a Argelia.
- El segundo detenido tenía planes de partir hacia Mali.
Estos arrestos son el resultado de una vasta operación de caza y captura que involucró a cerca de medio millar de agentes y que se basó en el análisis forense y la tecnología de vigilancia. Los ladrones, que accedieron a la Galería Apolo del Louvre a través de una ventana del primer piso y usando un montacargas desde la fachada del Sena, dejaron tras de sí un rico rastro de pruebas, incluyendo hasta 150 muestras de ADN y otras huellas en la escena del crimen.

La Batalla por las Joyas Históricas
El botín robado incluye piezas de incalculable valor histórico, como un collar de esmeraldas y diamantes que Napoleón regaló a su segunda esposa, María Luisa, y una diadema de 212 diamantes de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.
A pesar de la euforia por las detenciones, la fiscal de París, Laure Beccuau, ha manifestado un “optimismo” moderado, reconociendo que las joyas habían sido probablemente desmontadas durante el tiempo transcurrido, lo que dificultará su recuperación intacta.
Paradójicamente, la huida de la banda dejó varios indicios:
- Los ladrones dejaron caer la pieza más valiosa del botín, la corona de María Eugenia, que fue hallada rota o dañada en las inmediaciones del museo.
- Perdieron un casco durante su precipitada fuga en dos motocicletas.
Además, la pista de la camioneta con la plataforma elevadora, que los ladrones intentaron quemar sin éxito, resultó ser decisiva. Su propietario aportó detalles a la policía sobre los autores que lo contactaron a través del portal de compraventa Leboncoin.
La Policía continúa la búsqueda de los otros dos integrantes de la banda que consumó el robo, utilizando las imágenes de las cámaras captadas en las calles y autopistas de París para seguir sus pasos y no descarta nuevas detenciones en las próximas horas.
Agencias
