Si la débil mayoría totalitaria que lo puso y lo mantiene en el poder tuviera expectativas de victoria se presentaría disfrazado de San Lorenzo
NotMid 20/06/2025
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
No hay que tomar nunca en serio las afirmaciones de Sánchez, y menos aún cuando asegura que no convocará elecciones porque son y han sido siempre cada cuatro años. Baste recordar que las últimas las adelantó él mismo para pillar a la oposición amodorrada en su Verano azul. Si la débil mayoría totalitaria que lo puso y lo mantiene en el poder tuviera expectativas de victoria se presentaría disfrazado de San Lorenzo, con un costillar a la brasa, para que el pueblo indultase sus delitos en las urnas. El feo que le hace a Tezanos dando por hecho que las derechas ganarían pese a sus encuestas no es nada comparado con la desconfianza hacia su partido y sus socios, a los que ve incapaces de alcanzar una mayoría parlamentaria.
Ya he comentado aquí que su única salida es cambiar las elecciones generales por un plebiscito sobre la forma de Estado, en el que el PSOE y él mismo se presentarían dentro de un Frente Popular separatista -bloque revolucionario, republicano y plurinacional- junto al partido de la ETA, los comunistas de toda laya y los golpistas de todo jaez. De hecho, Otegui ya ha dicho que lo que hay que cargarse es el régimen del 78 y añade que el suyo es el único partido sin un solo caso de corrupción. Casi mil asesinatos, miles de heridos, 200.000 vascos y navarros expulsados de su tierra… no son la más sucia corrupción. Pertur y Yoyes son cadáveres incorruptos.
Pero los etarras actúan con arreglo a una lógica, como los golpistas catalanes, y los comunistas buscan aprovechar la oportunidad de poner todo patas arriba y, en medio del caos, llegar al poder por la fuerza. Lo único imprevisible es el PSOE, y dentro de su partido, Pedro Sánchez, que entre la tanatopraxia y la anorexia piensa en su futuro judicial, porque el político forma parte ya de su pasado. De momento, insiste en el golpe judicial con la Ley Bolaños y la Ley Pumpido con la que, según la UE, Sánchez se absuelve a sí mismo. Y ayer destapó un plan B: rechazar los acuerdos de rearme de la OTAN e ir a elecciones en clave progre, contra la guerra y el capitalismo.
Su capitalismo es el de la alcancía de la actriz porno con las charlas del Uno y Ábalos. El de las maletas de Delcy y las de Santo Domingo. La pasta sin ley, con fiscales de saldo, jueces de lance y medios serviles. Sánchez necesita un régimen sin Corona, jueces ni medios libres. Y en la fosa común, la Nación española.