La filial de Al Qaeda amenaza con tomar Mogadiscio 15 años después de haber sido expulsada
NotMid 31/07/2025
MUNDO
En Mogadiscio, la capital de Somalia, un inusual indicador revela el preocupante deterioro de la seguridad: el aumento desproporcionado de los precios de los hoteles, especialmente aquellos que alojan a occidentales. Si en 2010 una noche costaba 700 dólares con escolta armada, hoy el precio ha saltado de 35 a 150 dólares y sigue subiendo. Esta escalada sugiere que la ciudad se encamina hacia un “avispero” similar, o peor, al de 2010-2011, cuando la situación era crítica.
El regreso de Al Shabab: Una amenaza creciente
Al Shabab, una de las ramas más antiguas y potentes de Al Qaeda, está recuperando terreno de forma alarmante. Desde 2019, el grupo radical ha estado reconquistando territorios perdidos con una combinación de estrategia militar y terror. Los avances de 2025 son particularmente preocupantes: desde febrero, Al Shabab ha llegado a regiones clave en Shabelle Medio y Bajo, así como en Hiran, rodeando la capital.
El grupo está reclutando a más jóvenes, que ya no son pastores, sino “auténticos soldados bien pertrechados”. Su creciente fuerza contrasta con un ejército nacional somalí precario y mercenarios internacionales de compromiso cuestionable. Esta situación evoca el colapso de Afganistán en 2021, donde un estado débil y mal gestionado sucumbió ante el avance de radicales mejor motivados y con un mayor apoyo civil.
Promesas incumplidas y lealtades cambiantes
El gobierno somalí había prometido mejorar la seguridad y los servicios básicos tras la liberación de algunas regiones en 2022. Sin embargo, no cumplió. La población civil, inicialmente aliviada de la opresión de la Sharia (ley islámica), ha cambiado sus lealtades. Al Shabab ha sabido explotar las quejas locales y cooptar a los ancianos de los clanes, logrando que estas zonas vuelvan a estar bajo su control. En agosto de 2023, la captura de tres bases militares somalíes en Oswein, al norte de Mogadiscio, con un saldo de entre 150 y 178 combatientes muertos, les abrió el camino directo a la capital.

Combatientes de Al Shabab, en las afueras de la capital.Farah Abdi Warsameh| AP
Un ejército desmoralizado y la sombra del pesimismo
La moral del ejército somalí está por los suelos. Sus oficiales desconfían de sus propios soldados debido a la infiltración de milicianos de Al Shabab. Dependen cada vez más de las menguantes tropas de la Unión Africana, y la corrupción entre sus generales es escandalosa. Algunos en Somalia sugieren que la única salida podría ser integrar a Al Shabab como fuerza política en el Parlamento antes de que la situación se descontrole por completo.
Analistas como Ashley Jackson, de War on the Rocks, afirman que “no existe una vía militar que permita al gobierno somalí derrotar a Al Shabab en las condiciones actuales”. Además, The Washington Post recuerda que los recortes de ayuda estadounidense durante la Administración Trump han disminuido la capacidad operativa del ejército somalí.
Un breve respiro de prosperidad amenazado
En los últimos años, Mogadiscio había experimentado una mejora significativa. La relativa seguridad atrajo inversiones, especialmente de Turquía y China, permitiendo a los somalíes reconstruir negocios en una ciudad que alguna vez fue escombros. Surgieron restaurantes, cafeterías en la playa, hoteles fortificados, calles asfaltadas e incluso semáforos. La inseguridad alimentaria, un problema crónico en Somalia, se había reducido. Sin embargo, la guerra inminente amenaza con revertir estos avances, dejando la ciudad nuevamente en ruinas y a su población sumida en el hambre.
¿Crees que existe una solución viable para detener el avance de Al Shabab y estabilizar Somalia, o la situación es ya irreversible?
Agencias