El contacto entre ambos líderes tendría como eje la situación militar en Ucrania y la posibilidad de que Estados Unidos transfiera armas de largo alcance a Kiev
NotMid 16/10/2025
USA en español
En un momento de máxima tensión internacional por la guerra en Ucrania, la administración estadounidense evalúa una revisión drástica de su estrategia de asistencia militar, una medida que podría cambiar el equilibrio del conflicto. La posible entrega a Kiev de misiles de crucero Tomahawk, con capacidad para alcanzar objetivos estratégicos en el corazón de Rusia, ha provocado una dura advertencia del Kremlin, que lo califica como “un nuevo paso de agresión”.
La controversia escala a solo horas de la esperada visita del mandatario ucraniano, Volodimir Zelensky, a la Casa Blanca. Zelensky llega a Washington con una nueva estrategia centrada en reforzar su arsenal de largo alcance para elevar el coste de la guerra para Moscú y presionarlo a sentarse en la mesa de negociaciones.
La Línea Roja del Kremlin
Desde Moscú, la respuesta ha sido contundente. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que la transferencia de misiles Tomahawk a Kiev “sería un paso significativo hacia un nuevo nivel de escalada”. En una entrevista con el canal Izvestia, Peskov subrayó que Rusia considera esta opción una amenaza directa a su seguridad nacional, dado que los Tomahawk tienen alcance suficiente para impactar en Moscú y otras ciudades clave.
El funcionario ruso también insistió en que el ejército ucraniano no podría operar tecnología tan avanzada sin el soporte logístico y de inteligencia de Occidente. Peskov atribuyó directamente los recientes y exitosos ataques de Ucrania contra infraestructuras estratégicas rusas, como refinerías y fábricas, a la “participación directa de los servicios secretos occidentales”, mencionando explícitamente al Reino Unido en la planificación de dichos operativos.

Un Ultimátum para la Paz
La discusión sobre los misiles forma parte de una arriesgada propuesta diplomática. Según fuentes de la administración, se contempla presentar un ultimátum a Vladimir Putin: o el Kremlin acepta iniciar negociaciones de paz serias, o Washington facilitará a Kiev la tecnología Tomahawk. “El tema Tomahawk figura todo el tiempo”, reconoció Peskov, confirmando que la amenaza se toma muy en serio en Moscú.
Desde Kiev, el consejero presidencial Mijailo Podoliak apoyó la postura estadounidense a través de la red social X: “Menos palabras y más capacidad de ataque de larga distancia. Después de que Rusia saboteara el proceso diplomático, la Casa Blanca está buscando una nueva vía a la paz”.
Mientras tanto, el propio presidente de Estados Unidos ha endurecido su discurso, instando a Putin a detener la ofensiva. “Todo lo que queremos de Putin es esto: deje de matar ucranianos y rusos, ya que está matando a muchos rusos”, expresó recientemente, cuestionando de nuevo la fortaleza real de la “maquinaria de guerra” del Kremlin. La inminente reunión con Zelensky será decisiva para definir los próximos pasos en un conflicto que amenaza con desbordarse.
Agencias