El presidente turco alcanza su tercera legislatura en segunda ronda y el líder opositor, Kemal Kiliçdaroglu, no admite la derrota
NotMid 29/05/2023
MUNDO
Recep Tayyip Erdogan inicia una tercera legislatura como presidente de Turquía tras ganar la segunda ronda de elecciones presidenciales con un 52,1%, respecto a los 47,8% del candidato opositor Kemal Kiliçdaroglu. “Me gustaría agradecer a todos y cada uno de los miembros de nuestra nación que una vez más nos confiaron la responsabilidad de gobernar el país durante los próximos cinco años”, declaró Erdogan en su primer discurso tras anunciarse que encabezaba el recuento. “Estaremos juntos hasta la tumba”, sentenció.
En su primer discurso tras anunciarse su victoria aprovechó para atacar a su oponente, señalándole como único responsable de su derrota. En línea con la campaña electoral de las últimas semanas volvió a acusar a la oposición de ser “partidarios” de la comunidad LGBT e hizo un alegato de los valores familiares. “En nuestra cultura, la familia es sagrada. Nadie puede interferir en la familia. Estrangularemos a cualquiera que se atreva a tocarla“, declaró. Erdogan, que lleva más de veinte años en el poder, se convierte de nuevo en el presidente de Turquía superando a Kiliçdaroglu con más de dos millones de votos.
Erdogan mantiene también la mayoría en el Parlamento, gracias a una coalición con partidos de ultraderecha e islamistas. Se trata de la primera vez que se decide la presidencia en una segunda vuelta, después de que Erdogan perdiera la mayoría por 0,5%. Los principales partidos opositores se habían unido en una alianza insólita de partidos de centroizquierda, nacionalistas y ultraderecha, con el apoyo de la izquierda prokurda, para sacar a Erdogan del poder. Prometieron salir del sistema presidencialista, en el que el jefe de Estado concentra gran parte del poder ejecutivo, y devolver el poder a las instituciones. Mejorar la economía y los derechos de las minorías del país.
Tras hacerse oficial la victoria de Erdogan, Kiliçdaroglu admitió su derrota, en un discurso ante la prensa cargado de críticas por la desigualdad de condiciones entre candidatos durante la campaña electoral. “Fue uno de los períodos electorales más injustos“, dijo Kiliçdaroglu. “La voluntad de la nación de cambiar este sistema parece que ha resurgido”, señaló, en alusión al ajustado resultado con Erdogan, que forzó una segunda vuelta en los comicios. El opositor no hizo ademán de dimitir y prometió seguir con su lucha.
Tras conocerse los resultados iniciales, un partido de la coalición opositora criticó a Kiliçdaroglu, mostrando las grietas de esta débil alianza. La formación nacionalista Buen Partido (IYI) casi se retira de la coalición al proponer Kiliçdaroglu como candidato a presidente en marzo, porque ésta prefería otras alternativas que consideraba más capaces de vencer a Erdogan en las urnas, como el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu; o el de Ankara, Mansur Yavas. “El entrenador que mantiene a dos jugadores como Ronaldo y Messi en el banquillo tiene la culpa… Eso es todo de mi parte… Lo que me conviene es decir: Felicidades Recep Tayyip Erdoan…”, señaló el vicepresidente de IYI, Ibrahim Özkan, en un claro ataque a Kiliçdaroglu.
Pese a que el voto exterior aumentó ligeramente en esta segunda vuelta con cerca de dos millones de papeletas, el voto general ha caído un 3% respecto a los primeros comicios, principalmente en las regiones kurdas del país. Una de las causas podría ser el rechazo de la izquierda kurda a la campaña de Kiliçdaroglu en la segunda vuelta. En un intento de atraer el voto de sectores nacionalistas, pactó con un partido nacionalista una serie de medidas, entre ellas no actuar en los ayuntamientos intervenidos por el Gobierno.
Esta política afecta directamente a la izquierda prokurda, que ha sufrido la intervención de 59 de sus 65 alcaldías bajo la acusación de vínculos terroristas, en alusión a la guerrilla kurda PKK. Por otro lado, la participación también ha disminuido ligeramente en las provincias golpeadas por los terremotos del pasado febrero, probablemente por las dificultades de los afectados para desplazarse de nuevo a la región para poder votar.
ENFRENTAMIENTOS
La jornada electoral se desarrolló más rápida que la primera vuelta, al tener que elegir solo la presidencia, pero se produjeron más denuncias de irregularidades por parte de partidos opositores. En el sureste del país se produjeron enfrentamientos después de que observadores opositores denunciaran intentos de rellenar las urnas con más votos que personas inscritas.
En Hatay, una de las provincias más afectadas por el terremoto del pasado febrero, dos observadores fueron golpeados por denunciar irregularidades en un colegio, según reportó la periodista local Burcu Özkaya. En la provincia de Sanliurfa, un ex diputado del principal partido en la oposición, el socialdemócrata CHP, fue atacado al tratar de evitar que un hombre votara en nombre de su esposa. “Ha habido un ataque a observadores, abogados y miembros del comité de votación. Estas personas han sido amenazadas e insultadas”, señaló en un comunicado el Colegio de Abogados de Sanliurfa.
En varios distritos de Estambul observadores opositores denunciaron que agentes de policía intentaron votar sin mostrar su identificación. Una reportera resultó herida tras un ataque de voluntarios del AKP, cuando intentaba grabar una discusión porque dos mujeres intentaron entrar en la misma cabina para votar.
Organizaciones de la sociedad civil y partidos opositores habían llamado a sus bases a movilizarse para seguir el proceso electoral con el ánimo de evitar y denunciar posibles irregularidades. Las encuestas apuntaban a un estrecho margen de diferencia entre ambos candidatos y la oposición temía que Erdogan intentara forzar una victoria en las urnas.
Agencias