Teherán ha canalizado miles de millones en inversiones de dólares para infraestructura a través de mecanismos poco rastreables en Beijing
NotMid 06/10/2025
ASIA
El régimen de Irán ha encontrado un salvavidas financiero inesperado frente a las sanciones internacionales de Estados Unidos: un esquema de pagos secreto y sofisticado perfeccionado por China. Este mecanismo, que evita el sistema bancario internacional, ha permitido el flujo de miles de millones de dólares para financiar proyectos de infraestructura vitales en la nación persa.
Según reporta el Wall Street Journal, más de $8.400 millones de dólares por concepto de petróleo iraní se canalizaron a través de esta vía clandestina en el último año. Estos fondos están facilitando la construcción de obras cruciales en Irán, como aeropuertos, refinerías y mejoras en el transporte.
La Columna Vertebral de la Evasión: Petróleo por Obras
La clave de la operación es un sistema de trueque avanzado. Funcionarios occidentales, citados por el WSJ, describen el mecanismo:
- Petróleo a China: El crudo iraní, cuyo principal cliente es China, llega a las costas asiáticas.
- Infraestructura a Irán: A cambio, empresas estatales chinas se encargan de construir proyectos de infraestructura en Irán.
Esta compleja operación se sustenta en dos engranajes financieros enigmáticos:
- Sinosure: La aseguradora estatal china, autodescrita como la mayor agencia de seguro de crédito a la exportación del mundo, que cubre los riesgos financieros de los contratistas chinos.
- Chuxin: Un misterioso mecanismo financiero radicado en China cuyo rastro es casi invisible en los registros públicos y que gestiona la transferencia de fondos.
Cifras Impactantes y Discreción Total
La magnitud de la dependencia iraní en China es innegable. Se estima que Irán exportó unos $43.000 millones de dólares en petróleo el año pasado, de los cuales cerca del 90% se dirigió a China. Pekín consolidó su posición como principal comprador después de que la administración Trump abandonara el acuerdo nuclear de 2015 y reimpusiera las sanciones.
A pesar de las presiones de Washington, la actividad exportadora de Irán hacia China continúa prácticamente sin obstáculos. Para operar en las sombras, Pekín ha optado por la discreción total:
- Ocultación de datos: Las autoridades aduaneras chinas no reportan compras de crudo iraní desde 2023.
- Postura política: China considera “ilegales” las sanciones unilaterales de Washington y niega formalmente tener conocimiento de este acuerdo, aunque subraya el derecho a la cooperación legítima.
El Flujo de Dinero Negro y la Ruta Clandestina
Fuentes occidentales detallan el funcionamiento financiero del acuerdo:
- Una empresa iraní registra la venta de crudo a un comprador chino ligado a la estatal Zhuhai Zhenrong (entidad en la lista negra de EEUU).
- El comprador chino realiza depósitos mensuales de cientos de millones de dólares en cuentas gestionadas por Chuxin.
- Chuxin transfiere estos fondos a los contratistas chinos encargados de las obras en Irán, con el respaldo de Sinosure.
Lo enigmático de Chuxin es que no figura entre las cerca de 4.300 entidades bancarias oficialmente reconocidas en China.
Además, el rastro físico del petróleo se diluye intencionalmente. Expertos y funcionarios estadounidenses señalan que el crudo iraní llega a China disfrazado mediante rutas complejas, como transferencias de barco a barco y mezcla con petróleo de otras procedencias.
Inversión Masiva y la Cuestión de las Sanciones
Este modelo de financiamiento ha impulsado la infraestructura iraní, especialmente desde el acuerdo de asociación estratégica de 25 años firmado en 2021. Investigaciones de AidData cifran en más de $25.000 millones de dólares los compromisos financieros de China en infraestructura en Irán entre 2000 y 2023, con Sinosure participando directamente en una parte significativa de estos acuerdos.
Las sanciones de EEUU se han abstenido de atacar a grandes bancos chinos o a empresas involucradas en proyectos civiles en Irán, manteniendo una línea de acción enfocada en redes bancarias clandestinas en lugares como Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong. Hasta el momento, ni Sinosure ni Chuxin han sido sancionadas por Estados Unidos.
Agencias