Ayuso activa el nuevo incentivo fiscal al asegurar que hay riesgo en la disputa con Miami y Lisboa por atraer capital de los que huyen de gobiernos populistas de Iberoamérica
NotMid 16/01/2023
OPINIÓN
CARLOS SEGOVIA
El viceconsejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Manuel Llamas, confirmó al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso las malas noticias a su regreso de Lima. Las family offices peruanas que recibieron a Llamas fueron claras: «Nos dijeron que tenían intención de invertir en Madrid, pero que echaban el freno a la vista del nuevo impuesto estatal sobre grandes fortunas», aseguran a este diario en el Gobierno madrileño y añaden que comentarios así se vienen produciendo en las últimas semanas en otras gestoras de fortunas de países iberoamericanos.
Es decir, mazazo a la estrategia del Ejecutivo regional de intentar atraer inversión de grandes fortunas de países iberoamericanos con gobiernos populistas y evitar que Miami se quede con todo el festín y Lisboa siga ganando posiciones.
En este temor a perder flujo inversor enmarcó Díaz Ayuso su rompedor anuncio el pasado jueves en el Spain Investors Day de ofrecer una deducción del 20% en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a quien acuda a vivir e invertir en Madrid. Su consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, explica a este diario que «Madrid en este momento está recibiendo casi la misma inversión extranjera que nada menos que todo México» y que hay que protegerse de que «el mundo entero se ha enterado de que Sánchez quiere castigar el ahorro y la inversión». Se refiere al Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas que entró en vigor el pasado 27 de diciembre.
Su principal finalidad, según el preámbulo de la ley es «recaudatoria a fin de exigir, en estos tiempos de crisis energética y de inflación, un mayor esfuerzo a quienes disponen de una mayor capacidad económica». Suena loable, pero como en toda medida fiscal, hay que calibrar si termina siendo contraproducente. Para Lasquetty lo es: «Perdemos con este impuesto estatal hasta 1.600 millones de inversión en Madrid, mientras que con nuestro nuevo incentivo, calculamos que por cada mil millones que consigamos atraer, generará 12.500 empleos y 125 millones de euros de recaudación».
¿Es tan peligroso para la economía un impuesto a los ricos o es exageración? Los análisis de despachos dedicados a asesorar a grandes fortunas consultados por este diario son preocupantes. «Los no residentes deben revisar cuidadosamente sus activos en España y la estructura de tenencia de dichos activos», advirtió a sus clientes Simmons&Simmons el pasado día 10. Y este bufete británico centenario añade: «Existen argumentos de peso para considerar a este nuevo impuesto contrario a la Constitución Española (…) y a las libertades fundamentales de la UE».
Otro veterano despacho británico Osborne&Clarke recomienda a sus clientes que invierten en España «revisar posibles alternativas» a la vista del nuevo impuesto en el que también aprecia «signos de inconstitucionalidad». No sólo por saltarse controles legales en la aprobación y posible invasión de competencias, sino que ha entrado en vigor de forma retroactiva y de forma discriminatoria para los no residentes. «Tú no puedes establecer el 27 de diciembre un impuesto que tiene en cuenta el patrimonio del día 31. Si se dice al principio del año, pues habría quién hubiera pensado en gastárselo todo. Para el Gobierno, si uno se pule su patrimonio, no paga este impuesto, pero no se ha dejado a la gente ni siquiera tomar decisiones sobre sus bienes», señala Lasquetty.
Por su parte, en el estadounidense Baker&Mckenzie, éste es su consejo: «Recomendamos una evaluación urgente del impacto potencial de este impuesto y la adopción de todas las medidas necesarias para adaptar las estructuras de activos».
En PwC aconsejan lo mismo y alertan de que el nuevo impuesto español «puede extender sus efectos a activos fuera de España». Esto es especialmente arriesgado por parte de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, porque hay una competición mundial por atraer liquidez y las grandes fortunas toman nota de los países que hay que evitar. «España es el único país de la UE que grava la riqueza neta mundial de las personas físicas a través de este Impuesto sobre el Patrimonio», recalca a sus clientes el mencionado Simmons&Simmons. KPMG subraya que España tiene tratados con una veintena de países sobre fiscalidad en bienes inmuebles, que «habrá que analizar ahora caso por caso».
Por su parte, tanto las consultoras PwC y KPMG como el bufete Cuatrecasas dan la razón a Ayuso cuando dice que el impuesto estatal va particularmente contra Madrid y Andalucía, que bonifican el impuesto de Patrimonio para atraer o retener fortunas en su territorio y aseguran a sus clientes que serán las comunidades más afectadas.
A la espera de si el Gobierno logrará recaudar los 3.000 millones que espera en dos años por este impuesto -equivalente a lo que sube el gasto de defensa en 2023- hay que vigilar los daños colaterales. Especialmente surrealista fue la reacción del viernes de Nadia Calviño, que, con tal de sacudir a Ayuso, habló en tono ¡despectivo! de atraer «millonarios latinoamericanos» convirtiéndose en la primera ministra de Economía de la historia de España que desprecia la inversión iberoamericana.
Insólito cuando ella misma ofrece, en su buena iniciativa de la Ley de Startups rebajas fiscales considerables a los llamados nómadas digitales, que son habituales en el mundo anglosajón. Además, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sostiene que promueve atraer capital iberoamericano en todas sus giras y cumbres con la región. Este lunes viaja a Davos con el objetivo oficial precisamente de atraer capital. Tiene a favor los fondos europeos y, en contra, vaivenes fiscales como éste.